#36 Me he hartado y me harto de hacer autocrítica. Claro que Madrid está plagado de incívicos, prepotentes y gente insoportable. Pero insisto, y esto debería ser obvio para cualquiera: en la misma proporción que en el resto del mundo. A quien hay que atacar es al gilipollas que va molestando a los demás, de una forma u otra, no al que viene de tal ciudad o comunidad.
En Madrid vivimos 5 millones de personas, muchos no somos el clásico de "cuello del polo levantado y borlitas en los mocasines". De hecho ese es el ejemplo clásico de pijotonto que en Madrid causa risión y rechazo. En Madrid, como en todas partes, hay de todo: también personas respetuosas, amables y solidarias.
También en Asturias y Galicia, además de personas extraordinarias, hay gilipollas de campeonato. Esto es tan obvio que da hasta vergüenza tener que explicarlo.
Yo creo que ya vale con el jueguecito. Todos hemos entendido qué es un fodechincho, sabemos a qué tipo concreto de personas se refiere. Pero ya está bien de extenderlo a cualquiera que viva más al sur del Bierzo.
Esto es una moda que ya roza la xenofobia.
Portada
mis comunidades
otras secciones
Lo logico seria que la Diputación sacase plazas de trabajador social que cubran esos pueblos y evaluen las necesidades o en su defecto el propio Ayuntamiento pero darle esa postestad a los sacerdotes es darles mano ancha para que den privilegios.