Otro momento mítico de la televisión en directo: la reportera en una canoe informando sobre unas inundaciones cuando cruzan en plano dos individuos caminando sobre el charco de menos de diez centímetros de profundidad. El presentador en el estudio está hábil y le pregunta a la reportera dicharachera que si acaban de ver en directo la repetición del milagro de Jesucristo caminando sobre las aguas.
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La paguita en Cádiz es un clásico, que le den a uno la invalidez es un rango y la gente le da una palmadita en la espalda cuando lo consiguen.
Pero hay que entender que es una ciudad abandonada por los partidos políticos, donde el truco de la división social lleva funcionando desde hace décadas, ya saben, echamos mierda en la ciudad o no hacemos nada por ella, y no importa quién haya sido o por qué, la mitad de la gente se pelea contra la otra mitad porque 'la culpa es del pp' o 'la culpa es del psoe' y los culpables reales de turno (unos u otros) siempre salen de rositas.
En ese clima, con un 40% de desempleo endémico desde hace 40 años, la gente se busca la vida como puede, y solo hay tres opciones para sobrevivir: poner tu propio negocio, hacerte funcionario o hacerte con una paguita. La cuarta opción es estar en el paro y/o buscarte algo en negro o irte a asuntos sociales.
Luego el gobierno (el de turno), invierte en la ciudad miles de millones en soterramientos de la vía del tren y un super-puente que ya quisieran en Tokio, como el que no tiene qué comer y el ayuntamiento viene a alicatarte gratis la cocina y a llevarte un frigorífico de lujo que luego no vas a poder rellenar, y la gente se encoje de hombros y piensan que les están haciendo un favor con el super-puente y la paguita. Es algo arraigado en la cultura local.