Sí, ya, pero no se apoya la investigación en buscar enzimas (u otras sustancias) que tengan un efecto antifibrina (en vez de antitrombina, eliminando así la coagulación cuando se forma, y no el 100% del tiempo y en cualquier circunstancia) regulable, por ejemplo, por una fortísima inhibición cuando haya restos del endotelio vascular en sangre (signo de hemorragia), salvando fácilmente la vida de una persona esta regulación cuando haya heridas sangrantes o internas; o antitrombinas con idéntica regulación. Y todo esto se puede conseguir concentrar en una proteína (u otra sustancia) mediante la bioinformática (de hecho ya hace algún tiempo que hay “ordenadores inventores” y “ordenadores descubridores”, por decirlo de alguna forma), con mayor o menor dificultad.
Así como tampoco se dice que las "vitaminas P" (presentes en las frutas y sobre todo en los cítricos), la vitamina C (2% en peso en el fruto peruano camu-camu, 1% en la acerola [fruto de un "hermano" del tilo], 0'8% en el escaramujo [fruto de la rosa silvestre]) y la vitamina A favorecen la integridad de todos los tejidos, centrándose la vitamina C sobre todo en los vasos sanguíneos (hay que recordar los síntomas del escorbuto). Ni que hay que tomar suficientes proteínas de calidad (de legumbres, lácteos bien fermentados, carne, pescado, levadura de cerveza y sobre todo huevos [sobre todo en cuanto a calidad, no en cuanto a cantidad]) para mantener "cada ladrillo en su sitio", además de que el ácido sulfhídrico es un buen relajante vascular (algunos manantiales de aguas medicinales, por ejemplo) y el aceite de oliva virgen sirve como antiinflamatorio, antiinfeccioso (mata por ejemplo a la Helicobacter pylori), antitumoral (“célula cancerosa que mira, célula cancerosa que mata”), regenerativo de los tejidos, etcétera.
Un abrazo.
Salud y feliz “veranillo del membrillo”.
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Sí, ya, pero no se apoya la investigación en buscar enzimas (u otras sustancias) que tengan un efecto antifibrina (en vez de antitrombina, eliminando así la coagulación cuando se forma, y no el 100% del tiempo y en cualquier circunstancia) regulable, por ejemplo, por una fortísima inhibición cuando haya restos del endotelio vascular en sangre (signo de hemorragia), salvando fácilmente la vida de una persona esta regulación cuando haya heridas sangrantes o internas; o antitrombinas con idéntica regulación. Y todo esto se puede conseguir concentrar en una proteína (u otra sustancia) mediante la bioinformática (de hecho ya hace algún tiempo que hay “ordenadores inventores” y “ordenadores descubridores”, por decirlo de alguna forma), con mayor o menor dificultad.
Así como tampoco se dice que las "vitaminas P" (presentes en las frutas y sobre todo en los cítricos), la vitamina C (2% en peso en el fruto peruano camu-camu, 1% en la acerola [fruto de un "hermano" del tilo], 0'8% en el escaramujo [fruto de la rosa silvestre]) y la vitamina A favorecen la integridad de todos los tejidos, centrándose la vitamina C sobre todo en los vasos sanguíneos (hay que recordar los síntomas del escorbuto). Ni que hay que tomar suficientes proteínas de calidad (de legumbres, lácteos bien fermentados, carne, pescado, levadura de cerveza y sobre todo huevos [sobre todo en cuanto a calidad, no en cuanto a cantidad]) para mantener "cada ladrillo en su sitio", además de que el ácido sulfhídrico es un buen relajante vascular (algunos manantiales de aguas medicinales, por ejemplo) y el aceite de oliva virgen sirve como antiinflamatorio, antiinfeccioso (mata por ejemplo a la Helicobacter pylori), antitumoral (“célula cancerosa que mira, célula cancerosa que mata”), regenerativo de los tejidos, etcétera.
Un abrazo.
Salud y feliz “veranillo del membrillo”.