Pero por supuesto que el Gobierno Gringo no iba a publicar una lista detallada (con ubicaciones geográficas y todo) de todos los lugares que, efectivamente, fueron objeto de espionaje. Sólo faltaba que además de corneados, admitan haber sido apaleados.
Portada
mis comunidades
otras secciones
Intentar el rescate de un prójimo que se ahogaba en una laguna casi me cuesta la vida; se prendió a mi garganta como un felino y él no sabía nadar. Y no entiendo todavía cómo en microsegundos decidí que lo mejor era nadar sumergiéndome, verticalmente, hacía abajo. Y así fue cómo me soltó y no morimos ninguno de los dos (porque otros compañeros le echaron ayuda al asunto). No quiero imaginar lo que sería intentar rescatar una cierva. Imagino que sufriendo algunas heridas, desde, el aplastamiento de testículo hasta pérdida de un globo ocular, por mencionar sólo algunas posibilidades. Admiro a la heroica persona de esta historia, en cualquier caso.