Es estupendo que un diario como El País se haga eco de la problemática de esste colectivo de personas que padecen una de las muchas inusticias del sistema escolar español.
Otro comentario a hacer es sobre la categoria de discapacidad. Tal vez la palabra suene excesiva, pero no lo es en absoluto. Como cualquier otra discapacidad, no todos los disléxicos tienen el mismo grado de dificultades,pero es innegable que en la carrera de la enseñanza pública corren en desventaja evidente. Igualmente es denigrante que carezcan de recursos en la sanidad pública y todo diagnóstico y ayuda quede en manos privadas.
Dice el artículo que la dislexia es una disfunción clandestina, y es cierto. Un chico con TDA suele molestar en clase y por ello recibe atención antes de un disléxico, más "mueble" en la estructura de una clase. El maestro ya ve que el alumno tiene una dificultad pero como no molesta, es más fácil tildarle de vago o de tonto.
Como afirma nuestro comentarista "Individuo desconocido". A semejante elemento yo no le deseo un hijo disléxico, porque un niño que padece tal trastorno ya tiene bastante sin ser agravado con un padre desinformado, cargadito de prejuicios, inoportuno y vergonzante. Un niño disléxico, al contrario, merece una familia que le apoye y le permita luchar contra el desánimo, la frustración y las dificultades.
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IndividuoDesconocido, aqui, efectivamente, hay muchos disléxicos o familiares de disléxicos y sí tenemos sentido del humor, pero estamos un poco hartos de ser el blanco fácil de chistes malos. Además tu primer comentario esta lejos de ser una broma o una gracieta. Meas fuera de tiesto, por mucho que incluyas caritas simpáticas sacando la lengua.