Mirad, en todas partes cuecen habas. Pero hay muchos tipos de habas.
Yo conozco las apariciones de El Escorial desde el año 1985 y a bastante gente de allí. Puedo o no tener diferencias de criterio con ellos en algunos asuntos, pero lo que no me cabe duda el la impresionante labor social que desarrollan y sólo por amor a Dios. Habrá quien se ría; pero que vaya y lo compruebe.
Serían muchos asuntos a comentar. Pero quiero puntualizar dos:
1.- Se habla de que los que allí viven están engañados y pueden obrar de buena fe y que los que mandan son los que se forran y los tienen engañados. Id y preguntad a una hermana reparadora que por qué atienden con tanto cariño y mimo a los ancianos y os dirán, como a mí me lo han dicho, que lo hacen por amor a Dios, como Luz Amparo les ha enseñado.
O a una persona de la Comunidad (no comuna) que por qué trabaja y pone su sueldo en común y con lo que sobra ayudan a las residencias... Lo mismo. Yo los conozco y tienen pinta de todo menos de engañados, tontos o forzados. Se puede compartir o no su mentalidad. Pero Chapó por quienes siguen tan fielmente un ideal por el bien de los demás.
2.- Se habla de los millones de la vidente. La vidente, Luz Amparo Cuevas, es una mujer sencilla que vivía para sus hijos y su esposo. Trabajaba limpiando casas y lavando ropa. Familia pobre y honrada.
Actualmente, después de desgastarse cumpliendo la voluntad de la Virgen, abriendo residencias y ayudando a mucha gente a vivir a fondo la fe cristiana, es tan pobre como antes o más. Vive en un chalé, sí, como otros miembros de esa Comunidad, unos familiares viven en la misma Comunidad y otro no. Cada uno es libre para elegir su camino. Y siendo ella la fundadora, reconocida por la Iglesia, faltaría más que no pudiera tener las obligaciones y derechos de los demás miembros.
Hay millones, sí. Como en cualquier organización, porque nadie vive del aire y no se mantienen residencias y personas sin dinero. Miren en los registros y verán que Amparo no tiene un duro, ni lo quiere para sí.
La sociedad, en vez de agradecerle su labor, mira indiferente mientras unos desalmados la vituperan en público y en los medios a los que les va el morbo. Ella calla. Pero algún día se hará justicia sobre todo ésto, pero no como piden las supuestas víctimas, de las que no quiero ni hablar, ellas solas se califican. Espero que poco a poco las cosas se conozcan y la verdad brille. Lo dicho.
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Mirad, en todas partes cuecen habas. Pero hay muchos tipos de habas.
Yo conozco las apariciones de El Escorial desde el año 1985 y a bastante gente de allí. Puedo o no tener diferencias de criterio con ellos en algunos asuntos, pero lo que no me cabe duda el la impresionante labor social que desarrollan y sólo por amor a Dios. Habrá quien se ría; pero que vaya y lo compruebe.
Serían muchos asuntos a comentar. Pero quiero puntualizar dos:
1.- Se habla de que los que allí viven están engañados y pueden obrar de buena fe y que los que mandan son los que se forran y los tienen engañados. Id y preguntad a una hermana reparadora que por qué atienden con tanto cariño y mimo a los ancianos y os dirán, como a mí me lo han dicho, que lo hacen por amor a Dios, como Luz Amparo les ha enseñado.
O a una persona de la Comunidad (no comuna) que por qué trabaja y pone su sueldo en común y con lo que sobra ayudan a las residencias... Lo mismo. Yo los conozco y tienen pinta de todo menos de engañados, tontos o forzados. Se puede compartir o no su mentalidad. Pero Chapó por quienes siguen tan fielmente un ideal por el bien de los demás.
2.- Se habla de los millones de la vidente. La vidente, Luz Amparo Cuevas, es una mujer sencilla que vivía para sus hijos y su esposo. Trabajaba limpiando casas y lavando ropa. Familia pobre y honrada.
Actualmente, después de desgastarse cumpliendo la voluntad de la Virgen, abriendo residencias y ayudando a mucha gente a vivir a fondo la fe cristiana, es tan pobre como antes o más. Vive en un chalé, sí, como otros miembros de esa Comunidad, unos familiares viven en la misma Comunidad y otro no. Cada uno es libre para elegir su camino. Y siendo ella la fundadora, reconocida por la Iglesia, faltaría más que no pudiera tener las obligaciones y derechos de los demás miembros.
Hay millones, sí. Como en cualquier organización, porque nadie vive del aire y no se mantienen residencias y personas sin dinero. Miren en los registros y verán que Amparo no tiene un duro, ni lo quiere para sí.
La sociedad, en vez de agradecerle su labor, mira indiferente mientras unos desalmados la vituperan en público y en los medios a los que les va el morbo. Ella calla. Pero algún día se hará justicia sobre todo ésto, pero no como piden las supuestas víctimas, de las que no quiero ni hablar, ellas solas se califican. Espero que poco a poco las cosas se conozcan y la verdad brille. Lo dicho.