#23#16 Un joven es condenado por tratar un práctica sexual que ella no había consentido.
El titular no necesita destacar nada más, pero sigue un esquema clásico: poner el foco en el comportamiento de la víctima. Está al nivel de:
Se estuvieron besando, pero él acaba condenado por intentar tener sexo con ella a pesar de que ella le dijo que no quería.
Ella iba vestida con minifalda, pero él acaba condenado por manosearla.
El problema no es que lo que dice el titular sea real o no, sino en lo que se destaca de esa realidad. En este caso, utilizan una oración subordinada: la parte principal de la oración pone el foco en el consentimiento previo de ella en lugar de la propia condena, subordinando el hecho de la condena a que ella previamente había consentido. Cuando la noticia va de que a él lo han condenado por algo a lo que ella no consintió. Esa es la parte relevante de la noticia, pero en el titular no es eso lo que se destaca, sino el consentimiento previo. Que consintiera otras cosas o fuese ella la que tomó la iniciativa de las relaciones sexuales es irrelevante al hecho que se condena.
El problema no es que el titular no refleje una realidad, sino en qué parte de la realidad hacen que pongas atención. Es una forma muy vieja de manipulación, la utilizan los magos para hacerte ver sólo lo que ellos quieren que veas.
#3 Pues que si ella le advierte que no quiere hacer algo y él lo intenta se está pasando su consentimiento por las gónadas. No es difícil de entender: si te marcan unos límites y no los respetas es una agresión sexual.
#9 Yo diría que la comunicación es una habilidad blanda requerida para cualquier puesto con un mínimo de responsabilidad. Y en el caso de un político diría que es tan indispensable como que un médico sepa qué es un virus. Pero, oye, los votantes tienen derecho a regalarle su dinero al incompetente que quieran.
#5 Imagino que es para dar más idea del impacto en la supervivencia futura de la población, ya que la falta de hembras de mamíferos impacta casi de forma lineal en la capacidad reproductiva de la especie. Para que una población sobreviva bastaría con unos pocos machos, pero las hembras tienen una capacidad de reproducción más limitada. Para tener cien crías te bastaría un sólo macho (que iba a estar muy entretenido), pero una hembra no puede parir decenas de crías.
#47 La dote puede ser en ambos sentidos, y si es en ambos, podría considerarse un aporte mutuo a la futura vida en común. En mi pueblo antiguamente el novio aportaba la casa y la novia pagaba la boda, el mobiliario y el ajuar doméstico. El problema es cuando la dote es unidireccional y es condición para la formalización del matrimonio, que es lo habitual en países con sistemas más primitivos.
#3 Yo por mi parte no cuestiono el estudio, pero si el mensaje simplista que subyace en la noticia: que vivir en la ciudad supone mayores problemas de salud mental. Que los habitantes de ciudades manifiesten mayores problemas de salud mental no significa que sea consecuencia directa de vivir en una ciudad. ¿Se han aislado el resto de factores para poder comparar? ¿Quién tiene mayores problemas de salud mental?: ¿El funcionario con dos hijos y la hipoteca pagada que vive en la ciudad o el funcionario con hipoteca pagada y dos hijos que vive en el pueblo? ¿Cuál es la edad, profesión, situación económica, familiar... de los sujetos del estudio de uno y otro ámbito?
#19 La "dote" no es más que la forma tradicional de llamar al precio que se paga por una esposa, no contribuyamos a blanquear una costumbre profundamente machista que trata a las mujeres como a una propiedad. Que la cría consienta o no es absolutamente irrelevante, en primer lugar, porque no tiene edad legal ni madurez para hacerlo, y en segundo lugar, porque desde el momento en el que negarse supone exponerse a la posibilidad de que tu entorno reniegue de ti o puedas perder el único apoyo vital que tienes, el hipotético consentimiento está viciado de origen.
Un grave error, como su relación con Carinna, del que se arrepiente porque tuvo unas consecuencias nefastas. No por el hecho en si, sino por las consecuencias. Si no se hubiese sabido, aquí paz y después gloria.
#3 Porque hace tiempo que la educación se centra en producir mano de obra, en lugar de adultos cultos y formados. Ellos en connivencia entre el sistema y los padres. Como prueba de ello, las hordas que no se cansan de afirmar que las Humanidades no valen para nada.
#1 Pues yo prefiero que mi médico esté bien pagado. Prefiero que cobre bastante más mi médico que el que me sirve el café. Y sí entiendo a la gente que una vida profesional con mejores expectativas sea estímulo para entrar en unas determinadas carreras, que son más difíciles y largas que las demás. Lo que yo no entiendo es que el hecho de que una profesión tenga un componente vocacional sea excusa para escatimar salarios, obviando el beneficio que aportan a la sociedad y las exigencias que se requieren para poder desempeñarla. Aunque parezca una cosa rarísima, el salario es un elemento motivador en el trabajo. Cosas de la gente superficial que trabaja a cambio de dinero...
Para hacer gráfico el asunto: si se le otorga un interés legítimo a los padres en la eutanasia, igual que pueden impedirla también deberían poder promoverla. No puedes justificar un interés legítimo para intervenir en un sentido y luego negar ese mismo interés para intervenir en sentido contrario.
#33 No hay ningún melón: la relación que vincula a la Universidad es con sus alumn@s, igual que si tus padres deciden darte el dinero que necesitas para pagar tus facturas, si no son los titulares ellos no tienen derecho ni a consultarlas. Lo que dos adultos acuerdan en privado sobre su relación económica es eso: un asunto privado que no vincula a terceros.
#14 Mis padres sabían perfectamente cómo me iba en la universidad y no pusieron un pie en ella salvo para el acto de graduación. Teníamos un acuerdo de adultos: ellos me sufragaban mientras respondiera con resultados.
#15 Yo creo que la genética importa siempre, eso está claro. Como tengas programado que a los 30 te cae un cáncer pues ahí ya puedes llevar toda la vida sana, que a lo más que llegas es que por lo menos cuando te toque afrontarlo no llegues hecho una mierdecilla. Pero si naces con una fecha de caducidad marcada en piedra, como le pasa por desgracia a mucha gente, pues estás vendido. Y al revés, hay gente que tiene un organismo a prueba de bombas, como Keith Richards, que se ha metido en el cuerpo mierdas como para matar a una manada de elefantes y ahí está octogenario.
Pero también está claro que con una genética normalita como el grueso de la población tener una vida sana ayuda a no tentar a la suerte. Si le puedes robar al tiempo un día, pues es lo que te llevas.
PD. Y todo hay que decirlo, el "no hacer nada especial" de la gente que ahora tiene 100 años, no es lo mismo que el "nada especial" de ahora. Lo que antes era comer "normal" ahora sí sería hacer "algo especial", por ejemplo. La normalidad de hace 80 años no es la misma normalidad de ahora.
El titular no necesita destacar nada más, pero sigue un esquema clásico: poner el foco en el comportamiento de la víctima. Está al nivel de:
Se estuvieron besando, pero él acaba condenado por intentar tener sexo con ella a pesar de que ella le dijo que no quería.
Ella iba vestida con minifalda, pero él acaba condenado por manosearla.
El problema no es que lo que dice el titular sea real o no, sino en lo que se destaca de esa realidad. En este caso, utilizan una oración subordinada: la parte principal de la oración pone el foco en el consentimiento previo de ella en lugar de la propia condena, subordinando el hecho de la condena a que ella previamente había consentido. Cuando la noticia va de que a él lo han condenado por algo a lo que ella no consintió. Esa es la parte relevante de la noticia, pero en el titular no es eso lo que se destaca, sino el consentimiento previo. Que consintiera otras cosas o fuese ella la que tomó la iniciativa de las relaciones sexuales es irrelevante al hecho que se condena.
El problema no es que el titular no refleje una realidad, sino en qué parte de la realidad hacen que pongas atención. Es una forma muy vieja de manipulación, la utilizan los magos para hacerte ver sólo lo que ellos quieren que veas.