La historia no es inamovible, siempre se ofrecen puntos de vista diferentes y en este caso creo que se consigue. No se intenta argumentar por qué Colón "es" el descubridor de América, sino justamente algo que, particularmente, nunca había escuchado antes: que ni "los" Vikingos, ni Colón pueden en justicia recibir tan preciado galardón. Me parece un texto enriquecedor porque aporta ideas nuevas, o cuanto menos poco consideradas cuando se aborda esta temática. Yo le echaría un ojo.
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No sé qué pudo ser, pero me da la sensación de que la cantidad de obras publicadas y difundidas (desde Colón, Vespucio y Acosta hasta Sahagún, Díaz del Castillo, Ovando y otros autores) no tendría mayor relevancia sin un creciente interés por lo que estaba sucediendo más allá de los puertos de Sevilla o Lisboa. Dicho vulgarmente, a mayor demanda, mayor oferta. ¿Por qué? Esto quizás venía motivado, no solo por los avances técnicos como la imprenta, que permitía la difusión de conocimientos a una rapidez nunca imaginada -¡¡cómo ponderar la influencia que tuvo cada cosa!!-, sino también por la mayor credibilidad que la ciencia estaba cobrando a las puertas del siglo XVI (giro copernicano, cisma eclesiástico, humanismo); el espíritu caballerescto y de frontera en el que vivían inmersas personas que aún imaginaba lugares remotos y desconocidos que explorar; también acaso por la búsqueda del paraíso en la tierra o de mitos como la Atlántica, pero además, y por encima de todo, por encontrar la ruta comercial hacia las islas de la especiería por el oeste, o cuanto menos nuevas riquezas materiales de las que nutrir las arcas regias.
Todo mezclado, pero no revuelto, obliga a que los acontecimientos derivados de 1492 no se deban entender como un acontecimiento “en sustantivo” -el descubrimiento-, acaso atribuible a esos primeros nómadas que habitaron el continente a través de Behring; sino más bien como un “verbo” -descubrir algo a alguien, en este caso, a la mayoría de la humanidad, como apunta nuestro compañero de México-.
En definitiva, hasta donde me parece, nadie supo o quiso descubrir “América” a los demás como nueva construcción mental antes que las potencias europeas atlánticas del siglo XV, comenzando por Castilla. Ni siquiera lo hicieron los Vikingos -bien por falta de medios técnicos, bien por su escasa credibilidad ante el resto de la cristiandad, bien porque tampoco les interesaba que demasiados marineros conocieran sus “nuevas” rutas comerciales-.