No existe ningún monumento conmemorativo a la República. Se trata de una falacia que pretende legitimar históricamente el triunfo de la dictadura franquista sobre la república electa.
Lo que si se colocó por orden del ex-alcalde Ormaetxea (en un jardincillo a los pies de la estatua ecuestre dedicada a la glorificación del genocida Francisco Franco) fue un escudo republicano, procedente de un antigüo edificio oficial, que estaba depositado en los almacenes municipales. Su simbolismo e intencionalidad política no son precisamente inocentes; ni mucho menos democráticos.
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No existe ningún monumento conmemorativo a la República. Se trata de una falacia que pretende legitimar la imposición de la simbología fascista, y por tanto, de la dictadura franquista sobre la república electa.
En 1983 por orden del ex-alcalde franquista Ormaetxea colocan un escudo a los pies de la estatua ecuestre dedicada a la glorificación del genocida un escudo de la República Española.
Su intencionalidad política es clara: se trataba de perpetuar la ofensa y la humillación a las víctimas y a sus descendientes. Algo que en Santander y en el resto de Cantabria se extiende por multitud de calles e iglesias, y algunos colegios de nomenclatura falangista (bajo una consejería de educación en manos del PSOE). Es más, el PSOE de municipios como Laredo o Santoña se ha posicionado en contrada de la retirada de la simbología dictatorial.
http://antinazis.tripod.com/1983.htm