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Este tipo de adicción afecta a personas de entre 35 - 50 años (Mayormente a Hombres) y entre sus causas podemos ver la sobrecarga de trabajo, la falta de capacidad para ordenar prioridades, la presión social de lograr el éxito, conflictos afectivos no resueltos, etc. A diferencia de otras tantas adicciones podemos decir que esta logra una “Aceptación Social” ya que mientras más trabaje una persona puede pagar sus cuentas, mejorar el nivel de educación de sus hijos, desarrolla las capacidades personales, ayudar al crecimiento de la sociedad...
La claustrofobia es la suma de sensaciones fóbicas que la persona que teme a los lugares cerrados siente ante la sola posibilidad de tener que acceder a ellos tales como un ascensor, el hueco de la escalera, el subterráneo, etc.
La felicidad si bien es un concepto abstracto, también es una sensación que nos define en la plenitud de la sensación posible de sentir en el modo positivo de considerar la emoción en nuestro ser. Al sufrimiento lo podríamos considerar como el sentimiento o emoción contrario a la felicidad. Desde mi práctica clínica he podido darme cuenta que tanto en uno o en otro sentido hay personas que desarrollan para sí una particular tendencia a cualquiera de éstas dos emociones o sensaciones ya sea en positivo o negativo.
Este tipo de adicción afecta a personas de entre 35 - 50 años (Mayormente a Hombres) y entre sus causas podemos ver la sobrecarga de trabajo, la falta de capacidad para ordenar prioridades, la presión social de lograr el éxito, conflictos afectivos no resueltos, etc. A diferencia de otras tantas adicciones podemos decir que esta logra una “Aceptación Social” ya que mientras más trabaje una persona puede pagar sus cuentas, mejorar el nivel de educación de sus hijos, desarrolla las capacidades personales, ayudar al crecimiento de la sociedad...
La claustrofobia es la suma de sensaciones fóbicas que la persona que teme a los lugares cerrados siente ante la sola posibilidad de tener que acceder a ellos tales como un ascensor, el hueco de la escalera, el subterráneo, etc.
La felicidad si bien es un concepto abstracto, también es una sensación que nos define en la plenitud de la sensación posible de sentir en el modo positivo de considerar la emoción en nuestro ser. Al sufrimiento lo podríamos considerar como el sentimiento o emoción contrario a la felicidad. Desde mi práctica clínica he podido darme cuenta que tanto en uno o en otro sentido hay personas que desarrollan para sí una particular tendencia a cualquiera de éstas dos emociones o sensaciones ya sea en positivo o negativo.