Qué fácil es poner etiquetas a cualquier cosa para luego no tener que profundizar. Decir apología del terrorismo es no decir nada, sólo tratar de ocultar lo que no se quiere ver porque no interesa. Si hablamos de apología del terrorismo podríamos hablar de la resistencia francesa contra las fuerzas de ocupación nazis, del maquis español, del movimiento independentista de los territorios de América del Norte contra la metrópoli británica, de tantas luchas que el ser humano ha afrontado por su libertad y por su identidad. Podríamos remontarnos al 2 de mayo e incluso a Viriato. Decir apología del terrorismo es una hipocresía, es meter en el mismo saco a los que cometen terror y a los aterrados, los que han sido despojados de su tierra. Pero bueno, siempre ha sido más fácil y más cómodo que la gente se contemple su redondo ombligo y no intentar comprender a los demás. Es muy fácil llamar terrorismo a un misil enviado desde un territorio estrangulado y cercado por una potencia militar que se ha apoderado de todos los recursos económicos del territorio, pero yo no sé cómo se puede justificar el permanente asesinato de civiles inocentes por esa misma misma potencia. Sólo se puede justificar desde la ignorancia, desde la etiqueta fácil y comodona.
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La verdad es que no entiendo tanta historia con el spam. ¿Por qué no valoráis si el texto que se publica vale la pena o no? A veces pienso que la gente tiene una facilidad tremenda para ser estricta con los demás. Aquí no se anuncia ni se vende nada, sólo se propone un texto para que lo lea quien quiera, pero este sistema lo único que hace es potenciar es espíritu de censores que muchos llevan dentro. ¿Seremos alguna vez lo suficientemente tolerantes como para permitir que las normas sean una herramienta y no un yugo? Por mi parte sólo dar las gracias a los que son capaces de trascender más allá de las tijeritas de cortar.