#5 ¿Dónde he llorado? El único que ha sacado a Sánchez, llorando, en un tema del que se hablaba de la cabra de la Legión, has sido tú, pero oye, que tampoco voy a pedirte que lo entiendas, cada uno llega hasta donde llega.
#1 La chica de Tailandia viajó sin seguro médico, tuvo un accidente, y había que pagar el hospital. No es el mismo caso, y lo sabes, pero te da igual. Y lo de que Hacienda se queda con dinero ... las donaciones están sujetas a tributos, y aunque es estatal, las regula cada comunidad autónoma, en este caso, la Comunidad Valenciana, que gobierna el que estaba follando en el Ventorro cuando se ahogaban 200 personas, es decir el PP. www.infobae.com/espana/2024/10/26/cuanto-se-queda-hacienda-del-dinero-
Solo un indigente intelectual como Feijóo puede alardear de cesar cuando tiene a Mazón con casi 300 muertos en sus espaldas, por decir uno, pero vamos, que hay que ser tonto, que lo es.
#8 Pues creo que no deberías haberlo hecho, pero que diga #0
Alguien puede seguir siendo considerado X aunque haya muerto. Las ediciones deberían ser para caso garrafales de equivocación o alguna falta ortográfica que haga llorar al niño Jesús, pero no por consideraciones personales.
#4 Si, cierto. Forma Gobierno quien consigue los diputados suficientes para ello, ya sea con los suyos o con pactos. Pero ganar, ganar, en el estricto significado de la palabra, gana quien consigue más votos. Otra cosa es que ganar en votos no sea suficiente para gobernar, cosa que me parece bien.
Imaginad a Perro Sánchez con el Premio Nobel de la Paz. Solo por ver a Ayuso, Feijóo, Ana Rosa Quintana e Iker Jiménez echando espuma por la boca, pagaría porque se lo diesen. Los pepesunos implosionarían.
Yo seré muy viejuno, pero el que me dio miedo, y de verdad, fue el Silent Hill para la psx. Gráficos peores, pero una inmersión de 10 en el juego, un sonido, cámara y monstruos cojonudos. Un 10. De vez en cuando me lo vuelvo a pasar en el emulador. Ese y el Resident Evil II y el Metal Gear Solid.
Hay que señalar a esta gentuza hasta el fin de sus días. Que cuando salgan de Israel, no puedan ni respirar de la presión a la que les sometamos, que sientan el inmenso asco que los tenemos por lo que están haciendo. Asco infinito.