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En esta ocasión me dirijo a todos los ciudadanos, para darles mi opinión, respecto a esos jóvenes vestidos de negro y encapuchados, que se filtran en las grandes manifestaciones cuyo único objetivo es la de destrozar el mobiliario público que posteriormente pagaremos los ciudadanos con nuestros impuestos.
En mi experiencia profesional, he vivido ese problema, el de los violentos que se filtran en las manifestaciones y que siempre aparecen media hora antes de que terminen las grandes manifestaciones. Como es sabido por todos, las Policías Locales incluyendo la Guardia Urbana de Barcelona, no tienen competencias en Orden Público, su única misión es la de colaborar con la BRIMO y ARRO en las desviaciones de tráfico en los anillos donde se están produciendo desordenes públicos.
Son ya muchos años, que los ciudadanos, estamos viendo como se destroza el mobiliario público, (quema de contenedores, rotura de escaparates de grandes tiendas y bancos, terrazas de bares, destrozo de farolas y semáforos, etc,etc).
Hemos presenciado, policías infiltrados de paisano con la misma vestimenta de eso jóvenes y no tan jóvenes que van de negro y encapuchados destrozando escaparates, tanto es así, que a uno de esos policías se le fotografío donde se le veía la pistola reglamentaria. En una de las huelga generales, presenciamos como un puñado de mossos de escuadra de paisano, se sumaban a esos jóvenes de negro, al descubrirlos fueron acorralados expulsándolos del entorno de los que nos manifestábamos cívica y pacíficamente. En la manifestación convocada por la Coordinadora del 25S, también vimos como se detenía a un policía de paisano, el cual les gritaba a sus compañeros, "que soy policía coño". En la manifestación del 22M Marchas de la Dignidad del 2014, pudimos observar otros tantos policías de paisano ostentando muñequeras con la bandera española.
Que grupos de policías se filtren en las manifestaciones, no es nada nuevo, es habitual, su misión no es otra que la de detectar y detener a los vándalos poniéndoles a disposición de sus compañeros uniformados, donde estos leerán sus derechos a los detenidos, poniéndoles a disposición judicial.
Ahora bien, dicho lo anterior, dichas prácticas policiales levantan varias sospechas respecto a su legalidad. Una cosa es la prevención de posibles delitos y otra muy distinta es la de ir de provocadores al ponerse a la altura de los vándalos destrozando mobiliario público y lo que es más grave, estos policías de paisano que se filtran en las manifestaciones, con porras extensibles de acero, las cuales son ilegales, haciendo uso de ellas contra los manifestantes. Poner en conocimiento que algunos agentes de las unidades de las UPAS y la UNOC de la Guardia Urbana de Barcelona también llevan esas porras extensibles.
Estas prácticas, la de policías infiltrados, se han extendido en todas las unidades de antidisturbios, tanto a nivel nacional como lo son las UIP como en Cataluña la BRIMO y la ARRO.
El semanario catalán "Terc3era" destapa la peculiar hoja de ruta del comisario de los Mossos d’Esquadra David Piqué, para acabar con los manifestantes. Toda una demostración de la clase de sujetos autoritarios en el poder que forman el mando de la policía catalana.
Este alto mando de la policía autonómica el Comisario David Pique, se hizo famoso por su discurso encendido en el marco del Día de las Escuadras del año 2012 (jornada de celebración interna de los mossos), y particularmente por calificar de ’ratas’ a los manifestantes de la pasada huelga general, garantizando que las perseguirían y detendrían aunque se escondieran detrás de las sillas de un aula de universidad.
Piqué llamó a la alerta social en su discurso filo-fascista, precisamente el día después de los altercados del 29M, con seis manifestantes detenidos y varios mossos infiltrados provocando destrozos y agresiones.
Piqué, a lo largo de 37 páginas de su proyecto final del máster en Políticas Públicas de Seguridad organizado por la UOC al que se ha tenido acceso, detalla cómo conseguir acabar con los activistas, apuntando métodos claramente ilegales.
En este sentido afirma que "quizás habría que aprovechar para dejar que, durante el recorrido, se produzcan suficiente actos vandálicos", en referencia a los disturbios de las manifestaciones que luego los medios de comunicación utilizarán para el fin de desprestigiar a los movimientos sociales. Esta estrategia, según fuentes jurídicas consultadas, supone delito de prevaricación.
Apunta el Comisario David Pique" Incluso si la concentración o manifestación, que es de lo que estamos hablando, no se prevé bastante violenta, se puede llegar a provocar un poco, con detenciones poco justificadas y nada pacíficas unos días antes para calentar el ambiente. También se pueden hacer "redadas" preventivas a los lugares donde se encuentran habitualmente personas cercanas a la ideología de los convocantes con la excusa de buscar drogas o lo que sea necesario.
La ’’redada’’ estará especialmente mal hecha y con trato humillante para encender más los ánimos, si es necesario.
La consecuencia previsible de estos comportamientos previos y el diseño del dispositivo policial, es que acabará con una "batalla campal".
Además de la estrategia previa, en cuanto algún grupo descontrolado empieza las acciones violentas, las unidades de policía ni se mueven y cuando la violencia empieza a ser generalizada, la actuación policial se retrasa deliberadamente hasta que los daños producidos son socialmente inaceptables. Es entonces cuando se producen las cargas policiales que en ningún momento quieren ser disuasoria, no se disimula.
Se va directamente contra los manifestantes, que ya son considerados vándalos, y se les ataca con suficiente velocidad para que no dé tiempo a la fuga y se provoque el enfrentamiento físico.
En este estadio, los manifestantes atacan a la policía con todo lo que tienen y que les ha dejado tener, realmente se están defendiendo, pero no lo parece. Han sido acorralados. La violencia entre agentes y manifestantes se desata, se personaliza y se descontrola.
Es lo que se quiere. Comienzan a aparecer víctimas inocentes daños colaterales se dice ahora. Los que han rehuido el enfrentamiento, se encuentran con el resto de unidades policiales que los cierran el paso y que no hacen detenidos - prisioneros , la dispersión no es voluntaria, es a golpe de defensa (porra) y cualquier atisbo de resistencia es contestada con contundencia exagerada y detenciones masivas.
Las unidades policiales especializadas en orden público, tienen que ser menos permisivas con las manifestaciones y concentraciones, que seguramente se producirán mientras dura el debate político. De todas formas, si el número de manifestantes fuera excesivo, quizás se podría aprovechar para dejar que durante el recorrido, se produzcan suficientes actos vandálicos como para intensificar el debate sobre el comportamiento antisocial de los movimientos antisistema y permitir que la opinión pública los vincule con los actos vandálicos.
Se deberá procurar la detención selectiva de los líderes para imputarles delitos comunes y evitar la condición de "martir" . A más protestas, más detenciones, hasta acabar con el poco soporte del que dispongan, sobre todo si comprueban los "privilegios" que se pueden conseguir con una adecuada integración en el sistema, sin renunciar a algunos de los postulados que los inspiran."
Quedan claras las estrategias ilegales de este Comisario llamado David Pique, estrategias que fueron aprobadas por el entonces Conseller de Interior Felip Puig y ratificadas por el actual Conseller de Interior Ramón Espadaler.
Os dejo que saquéis vuestras propias conclusiones sobre esta carta y si sus contenidos merecen un debate público a través de los medios de comunicación. Yo pienso que sí, sería muy interesante que tanto los catalanes y la ciudadanía del resto del estado, tuvieran conocimiento de estas estrategias policiales, que yo las considero como "soflamas fascistas", por las cuales siento vergüenza ajena, soflamas, que en un estado democrático y de derecho no pueden tener cabida.
Saludos afectuosos.
José Martínez Díaz.
En esta ocasión me dirijo a todos los ciudadanos, para darles mi opinión, respecto a esos jóvenes vestidos de negro y encapuchados, que se filtran en las grandes manifestaciones cuyo único objetivo es la de destrozar el mobiliario público que posteriormente pagaremos los ciudadanos con nuestros impuestos.
En mi experiencia profesional, he vivido ese problema, el de los violentos que se filtran en las manifestaciones y que siempre aparecen media hora antes de que terminen las grandes manifestaciones. Como es sabido por todos, las Policías Locales incluyendo la Guardia Urbana de Barcelona, no tienen competencias en Orden Público, su única misión es la de colaborar con la BRIMO y ARRO en las desviaciones de tráfico en los anillos donde se están produciendo desordenes públicos.
Son ya muchos años, que los ciudadanos, estamos viendo como se destroza el mobiliario público, (quema de contenedores, rotura de escaparates de grandes tiendas y bancos, terrazas de bares, destrozo de farolas y semáforos, etc,etc).
Hemos presenciado, policías infiltrados de paisano con la misma vestimenta de eso jóvenes y no tan jóvenes que van de negro y encapuchados destrozando escaparates, tanto es así, que a uno de esos policías se le fotografío donde se le veía la pistola reglamentaria. En una de las huelga generales, presenciamos como un puñado de mossos de escuadra de paisano, se sumaban a esos jóvenes de negro, al descubrirlos fueron acorralados expulsándolos del entorno de los que nos manifestábamos cívica y pacíficamente. En la manifestación convocada por la Coordinadora del 25S, también vimos como se detenía a un policía de paisano, el cual les gritaba a sus compañeros, "que soy policía coño". En la manifestación del 22M Marchas de la Dignidad del 2014, pudimos observar otros tantos policías de paisano ostentando muñequeras con la bandera española.
Que grupos de policías se filtren en las manifestaciones, no es nada nuevo, es habitual, su misión no es otra que la de detectar y detener a los vándalos poniéndoles a disposición de sus compañeros uniformados, donde estos leerán sus derechos a los detenidos, poniéndoles a disposición judicial.
Ahora bien, dicho lo anterior, dichas prácticas policiales levantan varias sospechas respecto a su legalidad. Una cosa es la prevención de posibles delitos y otra muy distinta es la de ir de provocadores al ponerse a la altura de los vándalos destrozando mobiliario público y lo que es más grave, estos policías de paisano que se filtran en las manifestaciones, con porras extensibles de acero, las cuales son ilegales, haciendo uso de ellas contra los manifestantes. Poner en conocimiento que algunos agentes de las unidades de las UPAS y la UNOC de la Guardia Urbana de Barcelona también llevan esas porras extensibles.
Estas prácticas, la de policías infiltrados, se han extendido en todas las unidades de antidisturbios, tanto a nivel nacional como lo son las UIP como en Cataluña la BRIMO y la ARRO.
El semanario catalán "Terc3era" destapa la peculiar hoja de ruta del comisario de los Mossos d’Esquadra David Piqué, para acabar con los manifestantes. Toda una demostración de la clase de sujetos autoritarios en el poder que forman el mando de la policía catalana.
Este alto mando de la policía autonómica el Comisario David Pique, se hizo famoso por su discurso encendido en el marco del Día de las Escuadras del año 2012 (jornada de celebración interna de los mossos), y particularmente por calificar de ’ratas’ a los manifestantes de la pasada huelga general, garantizando que las perseguirían y detendrían aunque se escondieran detrás de las sillas de un aula de universidad.
Piqué llamó a la alerta social en su discurso filo-fascista, precisamente el día después de los altercados del 29M, con seis manifestantes detenidos y varios mossos infiltrados provocando destrozos y agresiones.
Piqué, a lo largo de 37 páginas de su proyecto final del máster en Políticas Públicas de Seguridad organizado por la UOC al que se ha tenido acceso, detalla cómo conseguir acabar con los activistas, apuntando métodos claramente ilegales.
En este sentido afirma que "quizás habría que aprovechar para dejar que, durante el recorrido, se produzcan suficiente actos vandálicos", en referencia a los disturbios de las manifestaciones que luego los medios de comunicación utilizarán para el fin de desprestigiar a los movimientos sociales. Esta estrategia, según fuentes jurídicas consultadas, supone delito de prevaricación.
Apunta el Comisario David Pique" Incluso si la concentración o manifestación, que es de lo que estamos hablando, no se prevé bastante violenta, se puede llegar a provocar un poco, con detenciones poco justificadas y nada pacíficas unos días antes para calentar el ambiente. También se pueden hacer "redadas" preventivas a los lugares donde se encuentran habitualmente personas cercanas a la ideología de los convocantes con la excusa de buscar drogas o lo que sea necesario.
La ’’redada’’ estará especialmente mal hecha y con trato humillante para encender más los ánimos, si es necesario.
La consecuencia previsible de estos comportamientos previos y el diseño del dispositivo policial, es que acabará con una "batalla campal".
Además de la estrategia previa, en cuanto algún grupo descontrolado empieza las acciones violentas, las unidades de policía ni se mueven y cuando la violencia empieza a ser generalizada, la actuación policial se retrasa deliberadamente hasta que los daños producidos son socialmente inaceptables. Es entonces cuando se producen las cargas policiales que en ningún momento quieren ser disuasoria, no se disimula.
Se va directamente contra los manifestantes, que ya son considerados vándalos, y se les ataca con suficiente velocidad para que no dé tiempo a la fuga y se provoque el enfrentamiento físico.
En este estadio, los manifestantes atacan a la policía con todo lo que tienen y que les ha dejado tener, realmente se están defendiendo, pero no lo parece. Han sido acorralados. La violencia entre agentes y manifestantes se desata, se personaliza y se descontrola.
Es lo que se quiere. Comienzan a aparecer víctimas inocentes daños colaterales se dice ahora. Los que han rehuido el enfrentamiento, se encuentran con el resto de unidades policiales que los cierran el paso y que no hacen detenidos - prisioneros , la dispersión no es voluntaria, es a golpe de defensa (porra) y cualquier atisbo de resistencia es contestada con contundencia exagerada y detenciones masivas.
Las unidades policiales especializadas en orden público, tienen que ser menos permisivas con las manifestaciones y concentraciones, que seguramente se producirán mientras dura el debate político. De todas formas, si el número de manifestantes fuera excesivo, quizás se podría aprovechar para dejar que durante el recorrido, se produzcan suficientes actos vandálicos como para intensificar el debate sobre el comportamiento antisocial de los movimientos antisistema y permitir que la opinión pública los vincule con los actos vandálicos.
Se deberá procurar la detención selectiva de los líderes para imputarles delitos comunes y evitar la condición de "martir" . A más protestas, más detenciones, hasta acabar con el poco soporte del que dispongan, sobre todo si comprueban los "privilegios" que se pueden conseguir con una adecuada integración en el sistema, sin renunciar a algunos de los postulados que los inspiran."
Quedan claras las estrategias ilegales de este Comisario llamado David Pique, estrategias que fueron aprobadas por el entonces Conseller de Interior Felip Puig y ratificadas por el actual Conseller de Interior Ramón Espadaler.
Os dejo que saquéis vuestras propias conclusiones sobre esta carta y si sus contenidos merecen un debate público a través de los medios de comunicación. Yo pienso que sí, sería muy interesante que tanto los catalanes y la ciudadanía del resto del estado, tuvieran conocimiento de estas estrategias policiales, que yo las considero como "soflamas fascistas", por las cuales siento vergüenza ajena, soflamas, que en un estado democrático y de derecho no pueden tener cabida.
Saludos afectuosos.
José Martínez Díaz.