#1 Me llama la atención que a diario nos dan la cifra de con cuántos drones atacó la noche anterior Rusia a Ucrania. No dan el dato de los muertos, porque igual ni ha habido, y si dan el dato dicen cuántos "niños" = <18años. Sin embargo, de cuántos ha matado "Israel" no nos dan el dato, dicen cuántos "han muerto", cuando son verdaderas masacres y puedes estimar que el ~50% son menores de 18 años.
Lo que se dice siempre que la tecnología puede utilizarse para el bien o para el mal. Pero curioso que casi lo primero para lo que se ha usado es para la guerra en enjambres.
A ver si empezamos a utilizarlos para repartir paquetes ligeros y descongestionamos las ciudades de furgonetas y camiones.
#36 En la burbuja, lo que hacían los empresarios era subir salarios para atraer hasta a los jóvenes antes de que acabaran la ESO. Ahora ni eso. Si falta mano de obra, puertas abiertas, que venga mano de obra barata de otros países, aunque no sepan ni hablar el idioma.
"La familia ha contado con el apoyo de la Fiscalía y por el juzgado han desfilado diferentes testigos, como el PORTERO del edificio"
Finca con portero... Han ido a molestar a quien no debían. A una familia bien que tenía el tiempo y el dinero para meterse en juicios con buenos abogados.
Lo mismo que ocurre con las citas de extranjería, y en los propios centros te explican sin ningún rubor cómo conseguir cita de forma ilegal (pagando). La situación sólo se explica con que tiene que haber gente de dentro en el ajo. Por ej.:
Vanunu pasó 18 años en prisión, de los cuales 11 en confinamiento solitario, a pesar de que esta restricción no está contemplada en el código penal de Israel ni impuesta por el veredicto. Tras salir de prisión en 2004, fue sometido a una nueva gama de restricciones a sus libertades de expresión y de movimiento y detenido en varias ocasiones por violar las condiciones de su libertad condicional, conceder entrevistas a periodistas extranjeros y tratar de salir de Israel. Afirma haber sufrido «un trato cruel y bárbaro» por parte de las autoridades penitenciarias y sugiere que habría recibido un mejor trato de no haber cambiado de religión (era judío y se convirtió al cristianismo).
Vanunu está considerado como un icono del pacifismo internacional, y ha sido nominado en varias ocasiones por organizaciones pro derechos humanos al Premio Nobel de la Paz, aunque él mismo ha declarado su oposición a recibir este premio por haberlo ganado Shimón Peres, a quien considera el «padre de la bomba atómica israelí». Amnistía Internacional, por su parte, lo considera un prisionero de conciencia.
Se nos olvida que para todo esto hace falta un funcionario que valore las ofertas y firme una propuesta de adjudicación, el jefe de los cuales era Javier Herrero en este caso. Espero que los funcionarios implicados pierdan sus plazas.