#10 El género es un concepto que hace referencia a las diferencias sociales (por oposición a las biológicas) entre hombres y mujeres, que han sido aprendidas, cambian con el tiempo y presentan grandes variaciones tanto entre diversas culturas como dentro de una misma cultura. (Glosario de términos relativos a la igualdad entre mujeres y hombres de la Comisión Europea)
Como precisan todos los organismos internacionales de derechos humanos, no toda la violencia contra las mujeres es violencia de género sino solo aquella que se produce contra éstas como producto de lo que se supone que deben ser sus roles sociales. Por tanto es bastante absurdo hablar de violencia de género hacia los hombres en la mayoría de los casos.
En menos de diez años, desde el 1 de enero de 2003 al 31 de julio de 2012, 636 mujeres han sido asesinadas en España por sus compañeros o excompañeros varones. (datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, los más bajos).
Como indica la Organización Mundial de la Salud, mientras que los hombres suelen encontrar la violencia en el exterior de sus casas, la violencia contra las mujeres se produce mayoritariamente dentro de sus familias y/o comunidades. Según el Consejo de Europa, la violencia es la principal causa de discapacidad y muerte de las mujeres entre 15 y 45 años de edad.
En España se produjeron durante el año 2011, 134.002 denuncias por violencia de género. Sin embargo, la mayor parte de las mujeres nunca denunciará los malos tratos de sus parejas. Es muy difícil hacerlo. Además de la baja autoestima que les lleva a creer que su situación es normal, supone asumir un importante fracaso personal, denunciar a alguien a quien se ha querido o quiere y que es el padre de los propios hijos, etc. La IV Macroencuesta sobre violencia de género, publicada en febrero de 2012 por la Secretaría de Estado de Asuntos Sociales e Igualdad, expone que el 72,6% de las mujeres que dijeron haber sufrido violencia de género alguna vez en la vida, no habían denunciado a su pareja o expareja, mientras que solo el 27,4% había denunciado en alguna ocasión a su maltratador. Se trivializa mucho con el tema de las denuncias falsas sin que nadie haya podido ofrecer datos cuando de lo que sí existen es de que la mayoría de las víctimas nunca denuncia a pesar de que es un requisito obligado para acceder a la más mínima ayuda. Además de las bajas cifras de denuncias, éstas, lógicamente, se producen cuando la mujer se separa ya que, al cesar la convivencia con su agresor, se siente más protegida de sus represalias, lo que las lleva a ser constantemente cuestionadas.
En cuanto a los hijos menores de los maltratadores, están siendo en la actualidad sometidos a los supuestos derechos de sus progenitores, cuando lo que debería tenerse en cuenta es su propio derecho al bienestar. Los padres y madres no son propietarios de sus hijos y, por tanto, no debería hablarse de sus derechos sino de sus responsabilidades. No creo que alguien, sea quien sea, que no se ha preocupado antes por ellos, tenga ningún supuesto derecho de paternidad o maternidad para reclamarlos. Y estas peticiones se están produciendo a diario por parte de maltratadores, dándose la cruel paradoja de que se obliga a menores que han sido testigos e incluso víctimas en alguna forma de sus agresiones a ir con ellos. Y cuando no quieren hacerlo, en muchos casos por miedo, se acusa a la madre de poner al menor en contra de su padre.
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