#1 Y esos gigantes se auparon sobre los hombros de otros anteriores, lo mismo que la IA y sus programadores se suben a los hombros de los de ahora.
Además, los Nobel ya no son lo que eran.
Debiera preocuparnos cómo están ocurriendo, y con qué criterio, las incorporaciónes a la judicatura de los jóvenes jueces, sustitutos de los actuales ancianos.
Comprendo que un cargo público no puede saberlo todo sobre cualquier cosa, pero tendrán a su servicio, y con paga, a consejeros, concejales entendidos en la materia a su cargo, y ya por las alturas hasta ministros sabios en lo suyo. Incluso, si no, puede sacar dinero de algún presupuesto para contratar a expertos y asesorarse eventualmente sobre cualquier asunto específico, ¿o no?
Me alegro por la detencion de gente que se aprobecha de una legislacion sobre el uso de algo que debiera ser legislado como un producto menos dañino que el exceso de azucar en la ingesta.