En las reuniones para tomar decisiones en Stellantis deberían prohibir el alcohol y las drogas.
Comenzando con una muy segura rotura de sus motores gasolina y diesel, el riesgo de incendio en las baterías de sus híbridos enchufables, la caída en octubre de un 10% en Bolsa, los más de 3,000 millones tirados a la basura en desarrollos que nunca verán la luz, el desplome en ventas globales y ahora esta gilipollez.
Mira, casi mejor que no hagan ninguna reunión en Stellantis y que tiren una moneda al aire. Tienen más posibilidades de acertar en algo.
La lista de canciones que ha colocado en los primeros puestos de las, también es verdad, endogamicas listas de ventas italianas es más larga que un discurso de Fidel Castro, pero esto no resta ni una milésima a una trayectoria enorme y muy, pero que muy extensa y a la inmensa cantidad de artistas en los que ha influido.
Esta, no olvidemos, ultraderechista en cualquier estándar europeo, no es tan idiota como sus maleables votantes. Ha visto los derroteros que está tomando la delirante presidencia de Trump y ha saltado del barco con vistas a tres años, o menos, y presentarse como la "opción sensata", que ya manda narices que esta zumbada sea la "opción sensata".
Si cogemos un mapa veremos la distancia que hay entre Rusia y Francia, así que si hay una guerra una de dos, o antes han pasado por Bielorrusia, Polonia y Alemania, lo cual implica una guerra mundial, o se han lanzado misiles nucleares, lo cual implica una guerra mundial.
En cualquier caso, serán los hijos de todo el planeta, casi todo, los que se perderán.
#3 Aquí tienes a sus seguidores, que viven en una realidad paralela, diciendo cosas como que, aunque lo declararán culpable de todos los cargos, incluida pedofília, le volverían a votar.
Ya han cerrado dos veces, por lo menos, ese consultorio y siempre por las mismas razones.
Tiene seguridad policial, seguridad privada, arco de detección de metales, botón de pánico, videovigilancia interior, acompañamiento en visitas domiciliarias y varias medidas más que deben hacerlo el centro de salud más peligroso del país.
No es la primera ni la segunda vez que pasa algo parecido:
En 2023, Ralph Yarl, de 16 años, recibió dos disparos tras tocar el timbre de la casa equivocada en Misuri. Andrew Lester, de más de 80 años, se declaró culpable y falleció mientras esperaba su sentencia.
En Nueva York, Kaylin Gillis, de 20 años, murió tras recibir un disparo al entrar por error en una entrada para vehículos. El dueño de la casa que le disparó cumple actualmente una condena de 25 años.
#5 No hay mucho que esperar de un saco de mierda que entierra a su mujer en su campo de golf y ni siquiera es capaz de mantener la tumba en un estado decente.