"¿En qué momento, gente de tan escasa valía intelectual y moral, llegó a tener en sus manos la aspiración del poder? ¿Cómo se explica esto? Hasta para un país como España, esto es excesivo."-se preguntaba el que fue Príncipe de la Equidistancia hasta que se cayó del guindo, Miguel de Unamuno, allá por el 35, en los albores de una guerra civil.
Rocio Monasterio, una chica que intelectualmente, en un país con plena salud democrática, estaría trabajando de reponedora en una gasolinera, aspira a conseguir representación en la Asamblea de la capital. Y lo aspira gracias a todos nosotros, no solo los que la votan, sino también aquellos que sobrevaloramos la inteligencia y la capacidad crítica del votante medio antes del surgimiento de la ultraderecha.
La pobreza provocada por dos crisis casi consecutivas ya no puede explicar el vigor electoral de esta gentuza (aunque estén pasándolas putas para superar el 5%, aspiran a desbancar al PP a nivel nacional). Hablamos de un problema ético y cultural de profundísimas raíces. Hablar con cualquier votante de VOX durante unos minutos es como hablar con un antivacunas de epidemiología. Da igual que le muestres centenares de estudios que demuestran que las vacunas han elevado la esperanza de vida 30 años en medio siglo. El odio es como la fe. No entra dentro de los parámetros de la lógica o de cualquier batalla discursiva. Está inserto en la médula.
Hoy hemos asistido a una pelea de recreo entre una señora que no cree en la democracia y un señor que ha convertido a los que no creen en la democracia, en su caballo de batalla, olvidándose de todos los que sí creemos y las pasamos, las estamos pasando y las vamos a pasar muy putas.
La pobreza del discurso de VOX es entendible. Su nivel intelectual (ya ni tan siquiera entro en lo ideológico) es de una mediocridad apabullante. Pero utilizar a VOX como muleta electoral constante para impulsarse, tampoco es que sea una estrategia excesivamente brillante. Hablemos también de lo… » ver todo el comentario
#8 El bulo/exageración de las baterías es malintencionado y no tiene recorrido, como cuando decían que un Prius contaminaba el doble que un Hummer por culpa de su pequeña batería. O como el bulo de los 15 barcos más contaminantes que 750 millones de coches. Son mentiras, bulos, exageraciones y gente contándote sólo la parte que les interesa para seguir contaminando.
Luego da igual si es autobus, carsharing, metro, taxi, moto, etc. El medio de transporte debe ser eléctrico para no polucionar.
Otro debate distinto es ver cual es el conveniente para arreglar el tráfico en cada circunstancia.
El resto no me gusta, y que pongan un vídeo de uno de OT haciéndonos versión de Carolina de los MClan y no a ellos MAL
PERO OJO AL DE LOS CELTAS CORTOS CON PELO
#37 hombre igual #36 exagera pero tu y yo sabemos que en Convergència hay de todo, gente que luchó por Cataluña durante la dictadura y franquistas reciclados. Al fin y al cabo, si quitamos el tema de la cuestión nacional, el ideario franquista-pepero-convergent tiene muchas similitudes: comparten su desprecio por las clases más humildes, por los servicios públicos, por el cuidado del medio ambiente, por la gente que se sale de "lo normal" (gays, parejas de hecho...), tienen muchos meapilas entre sus filas, etc.
Rocio Monasterio, una chica que intelectualmente, en un país con plena salud democrática, estaría trabajando de reponedora en una gasolinera, aspira a conseguir representación en la Asamblea de la capital. Y lo aspira gracias a todos nosotros, no solo los que la votan, sino también aquellos que sobrevaloramos la inteligencia y la capacidad crítica del votante medio antes del surgimiento de la ultraderecha.
La pobreza provocada por dos crisis casi consecutivas ya no puede explicar el vigor electoral de esta gentuza (aunque estén pasándolas putas para superar el 5%, aspiran a desbancar al PP a nivel nacional). Hablamos de un problema ético y cultural de profundísimas raíces. Hablar con cualquier votante de VOX durante unos minutos es como hablar con un antivacunas de epidemiología. Da igual que le muestres centenares de estudios que demuestran que las vacunas han elevado la esperanza de vida 30 años en medio siglo. El odio es como la fe. No entra dentro de los parámetros de la lógica o de cualquier batalla discursiva. Está inserto en la médula.
Hoy hemos asistido a una pelea de recreo entre una señora que no cree en la democracia y un señor que ha convertido a los que no creen en la democracia, en su caballo de batalla, olvidándose de todos los que sí creemos y las pasamos, las estamos pasando y las vamos a pasar muy putas.
La pobreza del discurso de VOX es entendible. Su nivel intelectual (ya ni tan siquiera entro en lo ideológico) es de una mediocridad apabullante. Pero utilizar a VOX como muleta electoral constante para impulsarse, tampoco es que sea una estrategia excesivamente brillante. Hablemos también de lo… » ver todo el comentario