Yo lo que no entiendo tampoco es el discurso que se ve mucho por aquí en los comentarios de que lo malo es la mentira pero que no pasa nada por no tener títulos (de la experiencia en gestión en la vida real ya ni se habla). A ver, imagina que tienes una fábrica de piezas x y estás buscando a un encargado que te la lleve. ¿Contratarías a alguien sin formación, por muy listo que parezca, alguien que se dejó la carrera a medio, o reclamarías que te demuestre su capacidad y acredite su experiencia relevante? Entonces, si no pondríamos a llevar nuestras finanzas personales a gente que son un cero a la izquierda, ¿por qué les ponemos a los mandos del país, que es algo infinitamente más complejo? Si el que gobierna no conoce lo que está gobernando, no lo puede mejorar, ni se puede mejorar si no se conocen los instrumentos para hacerlo. Y eso se consigue con estudios y experiencia.
Para sorpresa de nadie. Poco importa el bien supremo del menor, lo que digan las leyes, lo que sentencien los jueces, lo que recomienden los peritos, lo que desaconsejen los trabajadores sociales o lo que adviertan los psicólogos, solo importan los caprichos del gobierno, especialista en follarse la separación de poderes y engañarnos a todos. Si se permite secuestrar menores con amparo del gobierno ya puede tomar buena nota la Union Europea.
Gracias por el envío. Hay que conocer la historia para saber donde estamos. La gente cree que por esas imágenes de mujeres en falda en los años '70 en Teherán, se vivía muy bien en Irán. Y eso era cosa de unos pocos. La SAVAK era temible y ejecutaba, torturaba y desaparecía personas con la ayuda de la CIA
La Savak era el servicio parapolicial, organizado por la CIA de Estados Unidos. Sus 15 mil agentes se infiltraban en todas las esferas de la sociedad civil iraní, centros de trabajo, organizaciones políticas, sociales y religiosas o universidades, incluso espiaban a los que estudiaban fuero del país.
La Savak era el servicio parapolicial, organizado por la CIA de Estados Unidos. Sus 15 mil agentes se infiltraban en todas las esferas de la sociedad civil iraní, centros de trabajo, organizaciones políticas, sociales y religiosas o universidades, incluso espiaban a los que estudiaban fuero del país.