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Estas fechas son muy dadas a la cosa de la oratoria. Es lo que tiene la Navidad, que, a poco que te descuides, donde menos te esperas y de quien menos te lo esperas, ¡pum! te cae un discurso. En la parroquia, en la oficina, en casa, hasta en la tele? parafraseando la canción de John Paul Young «Love is in the air», «la plática está en el aire». Somos un país de locuaces, qué se le va a hacer. Este año los lugares comunes, los temas tops de los parlamentos, vuelven a ser 1) la crisis, 2) lo majos que somos y 3) lo desgraciados que son los gobern
Pese al avance de todas las técnicas de propaganda y a la sofisticación de la comunicación política, todavía, y mal que les pese a algunos, no se ha podido evitar que los medios, de vez en cuando, den cuenta de un incremento espeluznante de la miseria. Es lo que tiene el periodismo, que está para hacerse eco de la realidad (real).Recobra actualidad el debate acerca de la identidad nacional. Pero no el que nos viene trepanando desde hace meses, sino el que se ha silenciado, que se centra en la fractura social.
Este lunes casi me atraganto cuando leo, desayunando, que la Asociación de ex diputados y exsenadores de las Cortes Generales (de la que forman parte muchos parlamentarios de distinto signo político que participaron en la Transición) ha aprobado sus
Nos vamos acercando al ecuador del Gobierno (el 20 de noviembre hará dos años de la aplastante victoria del PP) y, cada vez con más frecuencia, me ocurre un fenómeno bien extraño. Me explico: es ver a Rajoy y? ¡zas! me da una paramnesia. Un déjà vu, como decía mi abuela, una «revivencia»... Ya saben, aquello de sentir que se ha experimentado previamente una situación nueva. O de que se conoce a una persona. Pongo la tele, sacan al presidente, y? ¡flush!: emerge en mi mente el retrato de Fernando VII. Abro el periódico, veo una foto de Rajoy y?
Estas fechas son muy dadas a la cosa de la oratoria. Es lo que tiene la Navidad, que, a poco que te descuides, donde menos te esperas y de quien menos te lo esperas, ¡pum! te cae un discurso. En la parroquia, en la oficina, en casa, hasta en la tele? parafraseando la canción de John Paul Young «Love is in the air», «la plática está en el aire». Somos un país de locuaces, qué se le va a hacer. Este año los lugares comunes, los temas tops de los parlamentos, vuelven a ser 1) la crisis, 2) lo majos que somos y 3) lo desgraciados que son los gobern
Pese al avance de todas las técnicas de propaganda y a la sofisticación de la comunicación política, todavía, y mal que les pese a algunos, no se ha podido evitar que los medios, de vez en cuando, den cuenta de un incremento espeluznante de la miseria. Es lo que tiene el periodismo, que está para hacerse eco de la realidad (real).Recobra actualidad el debate acerca de la identidad nacional. Pero no el que nos viene trepanando desde hace meses, sino el que se ha silenciado, que se centra en la fractura social.
Este lunes casi me atraganto cuando leo, desayunando, que la Asociación de ex diputados y exsenadores de las Cortes Generales (de la que forman parte muchos parlamentarios de distinto signo político que participaron en la Transición) ha aprobado sus
Nos vamos acercando al ecuador del Gobierno (el 20 de noviembre hará dos años de la aplastante victoria del PP) y, cada vez con más frecuencia, me ocurre un fenómeno bien extraño. Me explico: es ver a Rajoy y? ¡zas! me da una paramnesia. Un déjà vu, como decía mi abuela, una «revivencia»... Ya saben, aquello de sentir que se ha experimentado previamente una situación nueva. O de que se conoce a una persona. Pongo la tele, sacan al presidente, y? ¡flush!: emerge en mi mente el retrato de Fernando VII. Abro el periódico, veo una foto de Rajoy y?