#3 In dubio pro cunnus es bueno, peor ya me han sugerido "in dubio pro vulva" en un privado...
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Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la Ley, la costumbre y los principios generales del derecho, los principios generales del derecho se aplican en defecto de ley o costumbre, sin perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico. Los principios generales del derecho actúan como fuente subsidiaria respecto de la ley y la costumbre, pero además de desempeñar ese cometido, único en el que cumplen la función autónoma de fuente del derecho, pueden tener un significado informador de la ley o de la costumbre, Los principios generales del derecho son aquellas ideas fundamentales e informadoras de la organización jurídica de un país, es decir, los que dan sentido a las normas jurídicas legales o consuetudinarias existentes en la comunidad, los enunciados generales a los que se subordina un conjunto de soluciones particulares.
Los principios generales del derecho no deben confundirse con las llamadas reglas de derecho, apotegmas o máximas jurídicas que el Digesto definía como las que describen brevemente una cosa y que no tienen el carácter de fuente del derecho, si bien es cierto que los principios generales se expresan en ocasiones como máximas o aforismos, pero latinajos tenemos en todos los ámbitos, en economía se usa mucho el "ceteris paribus", o "sine qua non", en otros ámbitos tenemos "numeros clausus" etc etc... "Sanior pars" refiere, más bien, a una técnica procedimental, política, del tipo "voto de calidad" del presidente en un órgano colegiado.
En éste sentido el principio In dubio pro reo no puede operar más que como informador puesto que las leyes ya recogen los conceptos "presunción de inocencia" y "duda razonable". In dubio pro operario no deja de ser una derivada del mismo principio al derecho laboral.
Pero, amigo, ese In dubio pro coño, es un descubrimiento absolutamente genial, me parece una aportación de primera magnitud para el estudio del derecho español y debería inaugurar una nuevo corpus doctrinal en todas las facultades del país.
Aunque, en puridad, tendría que expresarse In dubio pro cunnus, pa darle más empaque.