Yo creo que el gran problema es la falta de una cultura del esfuerzo.
Da igual que se trate de prepararse para ejercer un oficio, hacer estudios universitarios, tocar el clarinete, ser deportista profesional o realizar cualquier actividad de manera eficiente. Luego puedes tener más suerte, más ayuda o equivocarte en el sector profesional que hayas elegido o hayas aterrizado.
Formarse cuesta, ser un buen profesional en cualquier ámbito cuesta, sacar un negocio adelante cuesta. Cuanto mejor sea en lo que hago las posibilidades de que vaya mejor son mayores
Por otro lado, vivimos en una época en la que el acceso al ocio es más fácil que nunca. Eso no puede hacer olvidar a los jóvenes que pueden tener un objetivo. Sin un objetivo a medio plazo ¿para qué quiero trabajar o estudiar?
Algunos de esos ninis, conozco unos cuantos, carecen de objetivos más allá del día en el que viven. No se trata tanto de la lógica visión festiva de la vida que tiene la gente más joven, es que tampoco se ven con 20 años más haciendo nada.
Ni se preocupan de ello.
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Sigo esperando las sanciones, la acción de las diferentes policías y la reacción contundente de jueces y fiscales.
A mí me han parado, amablemente eso sí, por ir con mi hijo al que le faltan 2 meses para cumplir los 14 años, pero que es tan alto como yo. Se trataba de ver si estaba cumpliendo la ley durante un paseo.
Estábamos cumpliendo la ley.
¿A estos elegidos tocados por la mano del altísimo quién les está exigiendo nada?
¿Cómo esperan que el resto de ciudadanos no nos alteremos con semejantes comportamientos?
Yo les mandaba un bibliobús a cada manifestación. Por intentarlo...