Madrid no me parece una ciudad especialmente peligrosa para ir en bici, aunque la noche, el silencio y la soledad pueden intimidar hasta al más valiente. Sin embargo también es cierto que rodar en grupo no solo es mucho más divertido, sino realmente seguro. Seguro con respecto a seguridad personal, a solución de averías de la bici, al apoyo en caso de desvanecimiento o agotamiento, al manejo de información de la vía a circular, etc. En este tipo de salidas en grupo siempre esta presente aquel que ya conoce parte de la ruta (o toda ella), y el que lleva una maleta llena de herramientas, y el que nunca sale sin paquetes enteros de suplementos alimenticios, y el que tiene la super-bici con los mejores accesorios, y como no, el que tiene una máquina en tal estado de descomposición que apenas se puede reconocer que es una bici. También suele estar presente el que no para de reír, haciendo que irremediablemente te rías y te olvides del esfuerzo. Por ley de Murphy se podría asegurar que siempre estará presente el "patoso" que por más que lo intente no podrá evitar caer en el único bache de la ruta, así como también estará presente aquel que no comprende el sentido de una salida en grupo y se adelanta al resto durante todo el recorrido. Pero todo esto hace al grupo singular, y esta amalgama heterogénea de caracteres hace del paseo una experiencia tan única, divertida, y sana, que querrás repetir la experiencia!.
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Madrid no me parece una ciudad especialmente peligrosa para ir en bici, aunque la noche, el silencio y la soledad pueden intimidar hasta al más valiente. Sin embargo también es cierto que rodar en grupo no solo es mucho más divertido, sino realmente seguro. Seguro con respecto a seguridad personal, a solución de averías de la bici, al apoyo en caso de desvanecimiento o agotamiento, al manejo de información de la vía a circular, etc. En este tipo de salidas en grupo siempre esta presente aquel que ya conoce parte de la ruta (o toda ella), y el que lleva una maleta llena de herramientas, y el que nunca sale sin paquetes enteros de suplementos alimenticios, y el que tiene la super-bici con los mejores accesorios, y como no, el que tiene una máquina en tal estado de descomposición que apenas se puede reconocer que es una bici. También suele estar presente el que no para de reír, haciendo que irremediablemente te rías y te olvides del esfuerzo. Por ley de Murphy se podría asegurar que siempre estará presente el "patoso" que por más que lo intente no podrá evitar caer en el único bache de la ruta, así como también estará presente aquel que no comprende el sentido de una salida en grupo y se adelanta al resto durante todo el recorrido. Pero todo esto hace al grupo singular, y esta amalgama heterogénea de caracteres hace del paseo una experiencia tan única, divertida, y sana, que querrás repetir la experiencia!.