El Ayuntamiento de A Coruña, que es propietario de la antigua Comandancia de Obras desde febrero de este año (antes era del Ministerio de Defensa), tenía el deber legal de recuperar la posesión y custodia del espacio y de permitir que el Ministerio de Fomento realizase las obras de rehabilitación previstas.
Fue un acuerdo firmado en tiempos del PP, que se paró misteriosamente cuando mudó el gobierno de la Coruña, y que se reanudo igual de misteriosamente cuando el espacio fue ocupado a finales de 2016.
De no hacerlo, las personas responsables (los concejales) caerían en un delito de prevaricación.
Se intentó de manera reiterada el diálogo para establecer un espacio cogestionado (hay ejemplos como La Harinera de Zaragoza o el Ateneu de Nou Barris. O el modelo napolitano, en el que se reconocen los espacios comunes como de utilidad pública y con una gestión compartida) desde diciembre de 2016. Tanto el gobierno municipal de la Coruña como la Marea Atlántica pasaron muchos meses tratando de tender puentes y llegar la un entendimiento, por diferentes vías y con distintas personas como interlocutoras, tanto en espacios informales cómo en asociación de vecinos en la propia asamblea de la Insumisa, a la que acudieron varias veces.
Lamentablemente, el diálogo no dio los frutos esperados. Aunque una mayoría de usuarios y parte de la asamblea aceptaron la propuesta de establecer un espacio cogestionado con el ayuntamiento y retirarse mientras se realizasen las obras para recuperar el espacio, ya rehabilitado, tras las mismas, una parte de la asamblea se negó a cualquier clase de injerencia institucional, al considerar que la única forma de gestión que debía aceptarse era la propia asamblea y que debían defender ese espacio contra toda acción de cualquier institución.
En este contexto, llega el pasado 27 de Abril se les notificó que iban a ser desalojados a los ocupantes de la Insumisa.
Este Miercoles 23 de Mayo, la Policía Local llegó a las 7:15 de la mañana a inspeccionar las naves de Metrosidero. Al no encontrar a nadie dentro, procedieron a entrar y tomar posesión en nombre del Ayuntamiento. Luego, establecieron un dispositivo para custodiar el edificio. En ningún momento hubo orden de carga por parte del Gobierno Municipal. Los agentes no llevaban cascos, chalecos, o otro material, puesto que no se contaba con que fuera necesario. En ningún momento el Gobierno Munciipal dio orden de carga. Mientras se estableció este dispositivo, la Policía Nacional (cuya actuación no depende del Ayuntamiento de A Coruña), vigilaba la via pública, aunque no entraron en las naves. Pese a que se convocó una concentración posterior, la policía nacional abandonó el lugar previamente a la misma, quedando solo la Policía Local guardando las naves.
Posteriormente, un grupo de personas intentó romper por la fuerza este dispositivo policial local para reocupar la comandancia (con los agentes dentro). A partir de ahí, se produjeron los enfrentamientos que salieron a medios, inicíandose cuando los agentes impidieron esta irrupción y continuándose durante todo el día (posteriormente participaría también la propia Policía Nacional), hasta las 23:30 de la noche en que dos personas que se habían subido al tejado decidieron bajar por su propio pie (destacar que estas personas sí fueron surtidas de bebidas para superar el calor del día).
Con posterioridad, la sede de la Marea Atlántica fue vandalizada, si bien aún deben ser investigados estos hechos.
El Ayuntamiento de A Coruña, que es propietario de la antigua Comandancia de Obras desde febrero de este año (antes era del Ministerio de Defensa), tenía el deber legal de recuperar la posesión y custodia del espacio y de permitir que el Ministerio de Fomento realizase las obras de rehabilitación previstas.
Fue un acuerdo firmado en tiempos del PP, que se paró misteriosamente cuando mudó el gobierno de la Coruña, y que se reanudo igual de misteriosamente cuando el espacio fue ocupado a finales de 2016.
De no hacerlo, las personas responsables (los concejales) caerían en un delito de prevaricación.
Se intentó de manera reiterada el diálogo para establecer un espacio cogestionado (hay ejemplos como La Harinera de Zaragoza o el Ateneu de Nou Barris. O el modelo napolitano, en el que se reconocen los espacios comunes como de utilidad pública y con una gestión compartida) desde diciembre de 2016. Tanto el gobierno municipal de la Coruña como la Marea Atlántica pasaron muchos meses tratando de tender puentes y llegar la un entendimiento, por diferentes vías y con distintas personas como interlocutoras, tanto en espacios informales cómo en asociación de vecinos en la propia asamblea de la Insumisa, a la que acudieron varias veces.
Lamentablemente, el diálogo no dio los frutos esperados. Aunque una mayoría de usuarios y parte de la asamblea aceptaron la propuesta de establecer un espacio cogestionado con el ayuntamiento y retirarse mientras se realizasen las obras para recuperar el espacio, ya rehabilitado, tras las mismas, una parte de la asamblea se negó a cualquier clase de injerencia institucional, al considerar que la única forma de gestión que debía aceptarse era la propia asamblea y que debían defender ese espacio contra toda acción de cualquier institución.
En este contexto, llega el pasado 27 de Abril se les notificó que iban a ser desalojados a los ocupantes de la Insumisa.
Este Miercoles 23 de Mayo, la Policía Local llegó a las 7:15 de la mañana a inspeccionar las naves de Metrosidero. Al no encontrar a nadie dentro, procedieron a entrar y tomar posesión en nombre del Ayuntamiento. Luego, establecieron un dispositivo para custodiar el edificio. En ningún momento hubo orden de carga por parte del Gobierno Municipal. Los agentes no llevaban cascos, chalecos, o otro material, puesto que no se contaba con que fuera necesario. En ningún momento el Gobierno Munciipal dio orden de carga. Mientras se estableció este dispositivo, la Policía Nacional (cuya actuación no depende del Ayuntamiento de A Coruña), vigilaba la via pública, aunque no entraron en las naves. Pese a que se convocó una concentración posterior, la policía nacional abandonó el lugar previamente a la misma, quedando solo la Policía Local guardando las naves.
Posteriormente, un grupo de personas intentó romper por la fuerza este dispositivo policial local para reocupar la comandancia (con los agentes dentro). A partir de ahí, se produjeron los enfrentamientos que salieron a medios, inicíandose cuando los agentes impidieron esta irrupción y continuándose durante todo el día (posteriormente participaría también la propia Policía Nacional), hasta las 23:30 de la noche en que dos personas que se habían subido al tejado decidieron bajar por su propio pie (destacar que estas personas sí fueron surtidas de bebidas para superar el calor del día).
Con posterioridad, la sede de la Marea Atlántica fue vandalizada, si bien aún deben ser investigados estos hechos.