POST: University15782
“SEÑORES INTOLERANTES”
Sé que este mensaje puede resultar un poco extenso; pero seguro que a algunos intolerantes les cambiará su forma de pensar sobre el tema.
Para los que prefieran un mensaje parecido en formato de vídeo, les sugiero dirigirse a la página: CONTRACORRIENTE: Documental que fue censurado en el programa Documentos TV de la 2 por la presión de las multinacionales.
(“sites.google.com/site/hogareslimpiosparasqm/contaminacion-electromagnetica/reportaje-censurado)
Dicho esto, resulta curioso como en este bendito país, cada vez que se habla de la contaminación electromagnética, siempre aparecen unas cuantas personas, periodistas o pseudo periodistas –da igual, aunque casi siempre son los mismos- que con las uñas afiladas y los colmillos preparados atacan con desprecio, ironía y descalificaciones la opinión de quienes no piensan como ellos; o mejor: la opinión de los que no piensan lo que ellos quieren que se piense. Hay un rumor - “vox populi” - desde hace mucho tiempo de que algunos de estos personajes están en nómina de las grandes compañías eléctricas y de telefonía (ya sabemos que por dinero baila el mono).
Para los que leímos el libro de Plácido González Nogueira resulta evidente que muchos de los críticos más feroces no lo han hecho; ya que en el mismo su autor se manifiesta neutral respecto a las dos posturas enfrentadas apelando simplemente al mismo “principio de precaución” propuesto por las máximas y más prestigiosas autoridades en el asunto: la O.M.S., el Parlamento Europeo y distintas universidades de prestigio internacional.
El autor no trata en ningún momento de discutir verdades y mentiras, tan solo pretende que esas personas que manifiestan síntomas característicos (dolor de cabeza, depresión, irritabilidad, etc.) cambien de hábitos; como por ejemplo cargar el móvil al lado de la cabeza. Si después nota que duerme mejor, que se siente mejor, que tiene mejor ánimo, más capacidad de concentración pues ya sabrá el posible origen de su anterior malestar; y en caso contrario pues no pasa nada: ¿Tan mal les parece eso? Tan solo es cuestión de adoptar una postura inteligente con humildad.
La desinformación es peligrosa. Yo les pediría a todos los blogueros que visitasen páginas como whttp://www.nodo50.org/ecologistasclm/ab/, www.ecologistasenaccion. o rhttp://www.vidanaturalia.com/g: hay muchas más.
También me llama la atención la crítica que se hace sobre los experimentos con ratones, otra señal de quien la hace no ha leído el libro; ya que viene perfectamente referenciada:
“En un laboratorio de Adelaida (Australia) durante año y medio se sometió a un grupo de ratones a una radiación similar (RF) a la que emiten las antenas base en 2 sesiones de 30 minutos cada día. Al cabo de estos 18 meses se comprobó que los ratones irradiados desarrollaron un 50% más de tumores que los del grupo testigo que habían vivido sin ser irradiados.
No citaríamos este estudio si no fuese porque el director del laboratorio es Michael Rapacholi (Director del Proyecto Internacional de Campos Electromagnéticos de la O.M.S).”
Y otro ejemplo reflejado en el libro:
“En el Departamento de Biología Animal de la Facultad de Ciencias Biológicas de Valencia, Núñez, Rolf y De la Rosa encontraron cambios importantes en los ciclos circadianos de ratones y un incremento significativo de estrés ante la exposición a microondas de telefonía móvil, comparativamente con los grupos de control no expuestos”.
Incluso se pone en duda lo expuesto sobre la orientación de la cama:
“Muchos expertos coinciden en que se mejora la calidad del sueño cuando la cabecera de la cama está orientada hacia el norte y los pies al sur, respetando la orientación de los ejes de la Tierra. Para comprobar esta teoría, en el Centro del Sueño de Berkeley (EE.UU.) se construyó una cama giratoria para determinar la orientación en la que se duerme mejor y se comprobó que cuando la cabeza estaba dirigida hacia el norte, la presión arterial estaba al mínimo y la profundidad del sueño mejoraba.”
Sobre el famoso “principio de precaución” que tanto se les atraganta a los intolerantes y sobre “la falta de pruebas” tras la que se parapetan solo diré –volviendo al libro- que:
“Esa explicación es como cuando en lo legal el asesino esgrime "comprueben que soy culpable". Muchos son los que exigen pruebas irrefutables inmediatas y tangibles, como en su tiempo ocurrió con la contaminación ambiental en Inglaterra, en donde Londres se encontraba situada como una de las ciudades más contaminadas del mundo. Los industriales decían que eran especulaciones y que no había pruebas suficientes como para adoptar algunas medidas que revirtieran esta contaminación, hasta que comenzaron a morir personas y aves que cohabitaban en esta ciudad. Lo mismo ocurrió con el cigarrillo, en su tiempo; cuando surgieron las primeras alarmas sobre el daño que podría producir el consumo de tabaco, la gran maquinaria tabacalera encendió duras críticas sobre los médicos y científicos que estudiaban el tema, siendo refutados con argumentos similares a los expresados más arriba:”… hasta que la burbuja no soportó más y reventó.”
¿A alguien le queda alguna duda de que el tabaco produce cáncer?
¿Pondrían Vds. a dormir a sus hijos al lado de un transformador o una antena?: no me contesten a mí, contéstense a Vds. mismos.
Otra referencia: “Discovery Dsalud” es una publicación impresa que se distribuye en muchos países del mundo incluso en EEUU y cuyo consejo asesor está formado por numerosos profesionales de la salud que colaboran con la misma: médicos de distintas especialidades, biólogos, químicos, farmacéuticos, psicólogos y científicos e investigadores de todo el mundo incluidos; realizándola licenciados universitarios en Ciencias de la información especializados. Tampoco estaría de más echar un vistazo en este sitio: http://www.dsalud.com/index.php?pagina=radiaciones. Es importante que lo lean, aunque ciertamente ya se sabe que los intolerantes se referirán a la revista “Discovery Dsalud” como “un panfletillo”, al igual que hacen con todo lo referido a este tema.
Así, Sres. Intolerantes, si Vds. creen que una información no es correcta o resulta fraudulenta, lo que deberían hacer es DENUNCIARLA
(Lo pongo en mayúsculas y negrita para que lo vean bien).
¿Y saben porque no denuncian?: porque también saben que tienen todas las de perder.
No tengo el gusto de conocer personalmente a D. Plácido González Nogueira; pero sí por referencias y porque ha tenido la amabilidad de contestar personalmente al teléfono para resolverme una consulta.
¿Porque no promover un debate en el auditorio de alguna ciudad con público, televisado y moderado por alguna autoridad científica o algún profesor universitario sobre esta especialidad, con, por ejemplo, 45 minutos de palabra cada uno? Seria sencillo y tengo la seguridad que resultaría del interés de muchos “antiantenas”.
Así no serán solo los blogueros amiguetes los que levanten la voz y puedan hacerlo también todos aquellos que lo deseen y con criterio propio.
Pero esto no sucederá porque no le interesa a los PSEUDOS ni a las compañías; a los planes de las compañías no les interesa el ruido... y además llevan todas las de perder y lo saben.
De paso, la publicación “magonia” que tanto lo critica con su hueste de “investigadores”, que se presenten también, así los conocemos que sería gracioso.
Me despido con un cordial saludo a todos los bloguer@s dándoles las gracias por haber leído este artículo y finalmente, para quitar hierro al asunto, les dejo una cita de Séneca
“No hay viento favorable para quien no sabe hacia dónde va”
Y NO SE OLVIDEN LA PREGUNTA
¿USTED PONDRIA A DORMIR A SUS HIJOS AL LADO DE UN TRANSFORMADOR O ANTENA?
ya sabe: contéstese a sí mismo
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“SEÑORES INTOLERANTES”
Sé que este mensaje puede resultar un poco extenso; pero seguro que a algunos intolerantes les cambiará su forma de pensar sobre el tema.
Para los que prefieran un mensaje parecido en formato de vídeo, les sugiero dirigirse a la página: CONTRACORRIENTE: Documental que fue censurado en el programa Documentos TV de la 2 por la presión de las multinacionales.
(“sites.google.com/site/hogareslimpiosparasqm/contaminacion-electromagnetica/reportaje-censurado)
Dicho esto, resulta curioso como en este bendito país, cada vez que se habla de la contaminación electromagnética, siempre aparecen unas cuantas personas, periodistas o pseudo periodistas –da igual, aunque casi siempre son los mismos- que con las uñas afiladas y los colmillos preparados atacan con desprecio, ironía y descalificaciones la opinión de quienes no piensan como ellos; o mejor: la opinión de los que no piensan lo que ellos quieren que se piense. Hay un rumor - “vox populi” - desde hace mucho tiempo de que algunos de estos personajes están en nómina de las grandes compañías eléctricas y de telefonía (ya sabemos que por dinero baila el mono).
Para los que leímos el libro de Plácido González Nogueira resulta evidente que muchos de los críticos más feroces no lo han hecho; ya que en el mismo su autor se manifiesta neutral respecto a las dos posturas enfrentadas apelando simplemente al mismo “principio de precaución” propuesto por las máximas y más prestigiosas autoridades en el asunto: la O.M.S., el Parlamento Europeo y distintas universidades de prestigio internacional.
El autor no trata en ningún momento de discutir verdades y mentiras, tan solo pretende que esas personas que manifiestan síntomas característicos (dolor de cabeza, depresión, irritabilidad, etc.) cambien de hábitos; como por ejemplo cargar el móvil al lado de la cabeza. Si después nota que duerme mejor, que se siente mejor, que tiene mejor ánimo, más capacidad de concentración pues ya sabrá el posible origen de su anterior malestar; y en caso contrario pues no pasa nada: ¿Tan mal les parece eso? Tan solo es cuestión de adoptar una postura inteligente con humildad.
La desinformación es peligrosa. Yo les pediría a todos los blogueros que visitasen páginas como whttp://www.nodo50.org/ecologistasclm/ab/, www.ecologistasenaccion. o rhttp://www.vidanaturalia.com/g: hay muchas más.
También me llama la atención la crítica que se hace sobre los experimentos con ratones, otra señal de quien la hace no ha leído el libro; ya que viene perfectamente referenciada:
“En un laboratorio de Adelaida (Australia) durante año y medio se sometió a un grupo de ratones a una radiación similar (RF) a la que emiten las antenas base en 2 sesiones de 30 minutos cada día. Al cabo de estos 18 meses se comprobó que los ratones irradiados desarrollaron un 50% más de tumores que los del grupo testigo que habían vivido sin ser irradiados.
No citaríamos este estudio si no fuese porque el director del laboratorio es Michael Rapacholi (Director del Proyecto Internacional de Campos Electromagnéticos de la O.M.S).”
Y otro ejemplo reflejado en el libro:
“En el Departamento de Biología Animal de la Facultad de Ciencias Biológicas de Valencia, Núñez, Rolf y De la Rosa encontraron cambios importantes en los ciclos circadianos de ratones y un incremento significativo de estrés ante la exposición a microondas de telefonía móvil, comparativamente con los grupos de control no expuestos”.
Incluso se pone en duda lo expuesto sobre la orientación de la cama:
“Muchos expertos coinciden en que se mejora la calidad del sueño cuando la cabecera de la cama está orientada hacia el norte y los pies al sur, respetando la orientación de los ejes de la Tierra. Para comprobar esta teoría, en el Centro del Sueño de Berkeley (EE.UU.) se construyó una cama giratoria para determinar la orientación en la que se duerme mejor y se comprobó que cuando la cabeza estaba dirigida hacia el norte, la presión arterial estaba al mínimo y la profundidad del sueño mejoraba.”
Sobre el famoso “principio de precaución” que tanto se les atraganta a los intolerantes y sobre “la falta de pruebas” tras la que se parapetan solo diré –volviendo al libro- que:
“Esa explicación es como cuando en lo legal el asesino esgrime "comprueben que soy culpable". Muchos son los que exigen pruebas irrefutables inmediatas y tangibles, como en su tiempo ocurrió con la contaminación ambiental en Inglaterra, en donde Londres se encontraba situada como una de las ciudades más contaminadas del mundo. Los industriales decían que eran especulaciones y que no había pruebas suficientes como para adoptar algunas medidas que revirtieran esta contaminación, hasta que comenzaron a morir personas y aves que cohabitaban en esta ciudad. Lo mismo ocurrió con el cigarrillo, en su tiempo; cuando surgieron las primeras alarmas sobre el daño que podría producir el consumo de tabaco, la gran maquinaria tabacalera encendió duras críticas sobre los médicos y científicos que estudiaban el tema, siendo refutados con argumentos similares a los expresados más arriba:”… hasta que la burbuja no soportó más y reventó.”
¿A alguien le queda alguna duda de que el tabaco produce cáncer?
¿Pondrían Vds. a dormir a sus hijos al lado de un transformador o una antena?: no me contesten a mí, contéstense a Vds. mismos.
Otra referencia: “Discovery Dsalud” es una publicación impresa que se distribuye en muchos países del mundo incluso en EEUU y cuyo consejo asesor está formado por numerosos profesionales de la salud que colaboran con la misma: médicos de distintas especialidades, biólogos, químicos, farmacéuticos, psicólogos y científicos e investigadores de todo el mundo incluidos; realizándola licenciados universitarios en Ciencias de la información especializados. Tampoco estaría de más echar un vistazo en este sitio: http://www.dsalud.com/index.php?pagina=radiaciones. Es importante que lo lean, aunque ciertamente ya se sabe que los intolerantes se referirán a la revista “Discovery Dsalud” como “un panfletillo”, al igual que hacen con todo lo referido a este tema.
Así, Sres. Intolerantes, si Vds. creen que una información no es correcta o resulta fraudulenta, lo que deberían hacer es DENUNCIARLA
(Lo pongo en mayúsculas y negrita para que lo vean bien).
¿Y saben porque no denuncian?: porque también saben que tienen todas las de perder.
No tengo el gusto de conocer personalmente a D. Plácido González Nogueira; pero sí por referencias y porque ha tenido la amabilidad de contestar personalmente al teléfono para resolverme una consulta.
¿Porque no promover un debate en el auditorio de alguna ciudad con público, televisado y moderado por alguna autoridad científica o algún profesor universitario sobre esta especialidad, con, por ejemplo, 45 minutos de palabra cada uno? Seria sencillo y tengo la seguridad que resultaría del interés de muchos “antiantenas”.
Así no serán solo los blogueros amiguetes los que levanten la voz y puedan hacerlo también todos aquellos que lo deseen y con criterio propio.
Pero esto no sucederá porque no le interesa a los PSEUDOS ni a las compañías; a los planes de las compañías no les interesa el ruido... y además llevan todas las de perder y lo saben.
De paso, la publicación “magonia” que tanto lo critica con su hueste de “investigadores”, que se presenten también, así los conocemos que sería gracioso.
Me despido con un cordial saludo a todos los bloguer@s dándoles las gracias por haber leído este artículo y finalmente, para quitar hierro al asunto, les dejo una cita de Séneca
“No hay viento favorable para quien no sabe hacia dónde va”
Y NO SE OLVIDEN LA PREGUNTA
¿USTED PONDRIA A DORMIR A SUS HIJOS AL LADO DE UN TRANSFORMADOR O ANTENA?
ya sabe: contéstese a sí mismo