Los componentes antes estaban baratos, ahora por menos de 250€ no soy capaz de encontrar para duplicar los 32gb de mi ordenador de sobremesa, cuando en 2023 me costó 115€.
#10 La cuestión no es terminológica, sino de enfoque. Las sucesivas crisis de confianza entre la sociedad y el Estado han convergido y cristalizado en la figura del Presidente. Por lo tanto, denominarlo "máximo representante electo" es un término preciso y constitucional. Otra cosa muy distinta es el deseo o la decisión de tratarlo como un delincuente; ese es un terreno en el que no me adentro.
Siendo realistas, contamos con el mejor gobierno posible dentro del marco actual: un ejecutivo del bipartidismo tradicional, presionado por todos los frentes, y con un líder que, al menos, muestra cierta solvencia. En cuanto a la oposición, su nivel resulta difícil de asumir incluso para quienes simpatizan con ella.
Me encanta que se vean las costuras al sistema de forma tan abierta!, y encima con unos datos macro de lo más saludables.
Vaya, qué tranquilidad da saber que todo está en manos de equipos externos cobrando lo justo para llegar a fin de mes y con la motivación extra de no saber si mañana seguirán trabajando. Y más aún, qué serenidad pensar que serán los grandes despachos políticos y corporativos, auténticos referentes en gestión hídrica por tradición legendaria, quienes marcarán el rumbo.
Con semejante alineación, casi que la sequía debería sentirse intimidada.
Me preocupa más la calidad de la carne producida mediante sistemas hiperintensivos que el propio precio.
Sí, es cierto que todo está cada vez más caro, pero ¿qué opináis de la idea de aumentar los salarios y reducir las plusvalías de quienes no generan valor productivo? Supongo que algunos dirán que eso es comunismo.
Cualquiera que se dedique a la investigación computacional se las va a ver putas para tener una infraestructura decente con los sueldos actuales. Esperemos que esto suponga una bajada de precios.
#136 Tu primera afirmación es falsa, en España no se publican las actas de cada mesa electoral individual para consulta pública general. La transparencia se basa en la verificación por parte de representantes de todos los partidos en cada mesa y en la publicación oficial de resultados consolidados por el Ministerio del Interior y la Junta Electoral Central.
Sobre Venezuela, mantengo un escepticismo total hacia ambas partes. Es cierto que la oposición presenta sus actas, pero como dices, no tenemos forma de verificar cómo se compilaron esos datos. Igual que tú cuestionas los resultados oficiales, yo cuestiono una base de datos publicada por un partido sin verificación internacional independiente.
Lo realmente preocupante es que el CNE, que es la única institución con autoridad para declarar resultados oficiales, no ha publicado las actas que respaldan su anuncio. Esta opacidad alimenta las dudas de todos.
Debería ser el pueblo venezolano quien decidiera sin injerencias externas. Lo más sensato sería una auditoría técnica completa por observadores internacionales creíbles (no solo de países aliados de un bando u otro) que verifique ambos conjuntos de actas. Si el sistema es tan poco fiable como para generar esta crisis de legitimidad, incluso se debería considerar repetir las elecciones con garantías.
Pero declarar a Edmundo González presidente electo basándose únicamente en los datos de la oposición, mientras ignoramos las graves implicaciones de las injerencias extranjeras, llamados a intervención y llegando incluso al uso de las armas y la vulneración de los derechos humanos más basicos, me parece igual de problemático que aceptar ciegamente los resultados oficiales.
La solución debe venir de los venezolanos, con transparencia y sin imposiciones externas.