Cuatro adolescentes, tres menores y uno de 18 años, reventaron el cristal de un coche aparcado en un hotel de Salt para llevarse lo que ellos creían que era un portátil. Los chicos, residentes de un centro abierto del municipio, se colaron en un parking subterráneo para revisar los coches tratando de encontrar algo interesante. En uno de los turismos vieron un aparato, muy parecido a un ordenador, y decidieron llevárselo. Cogieron una piedra de grandes dimensiones, rompieron el cristal delantero y saquearon el vehículo.