A medida que avanzaba el fenómeno de las "esposas tradicionales", auspiciado por la extrema derecha, también han ganado altavoz mujeres que lo han dejado atrás y señalan sus trampas. “Era estudiante universitaria, iba al gimnasio, no descansaba, no paraba, intentaba todo el día cuadrar una agenda llena y sin un momento para mí. Me acabé quemando”, recordaba Estee Williams, una de las primeras en viralizar el fenómeno ‘tradwife’. Así explicaba el pasado que había abandonado para dedicar su vida exclusivamente a los cuidados domésticos.