Recientemente, un grupo de neonazis llegaron a una zona tranquila y pacífica del barrio de Puente de Vallecas para generar altercados y violencia contra varias personas y hasta un gimnasio de la zona. Yo estaba allí, y fui testigo de la violencia gratuita de la banda de neonazis (sí, eran neonazis que no paraban de gritar <<rojo, maricón>> mientras lanzaban palos, piedras y rompían cristales) vinculados a una empresa de desocupación. También fui testigo de la llegada de más de 10 furgones de la Policía Nacional al lugar, pero tuve que irme rápidamente porque tengo una hija de 3 años y lo último que quiero es que por culpa de unos fascistas indeseables tenga que llorar alguna desgracia.
Para que se sepa la realidad que la televisión y los medios de derechas (Telemadrid, Cuatro, Telecinco) jamás llegaron a buscar, trasladando la propaganda de la propia empresa neonazi que les blanquea, quiero haceros llegar este comunicado enviado por el principal afectado del escándalo, el inquilino que desde 2024 viene siendo acosado por un exboxeador y ahora por una banda neonazi de desocupación.

Vecina, vecino, queremos informarte
No te creas todo lo que dice la TV y saca tus propias conclusiones.
La empresa APD Seguridad Iberia, agresora en toda esta historia y en muchas otras, son militantes de formaciones nazis y de ultraderecha que extorsionan, coaccionan, amenazan, usan la violencia e intimidan. El supuesto propietario damnificado, David Andrés, es un empresario valenciano, exboxeador, con una empresa de seguridad. Aunque conoce la situación del inmueble, desde septiembre de 2024 me amenaza con sacarme por la fuerza y aparece cuando le viene en gana, a veces con las cámaras de televisión y otras sin ellas. Ha intentado varias veces entrar por la fuerza, la primera vino acompañado de otro boxeador y dos menores (supuestamente hijos de su amigo) y estuvieron manipulando la puerta con un taladro hasta la llegada de la policía. Esta persona me ha grabado en mi casa sin mi permiso siempre que ha venido <<a hablar>>. Conduce coches de alta gama.
Mentiras que han difundido sin ninguna prueba televisiones sensacionalistas: Cuatro, Telecinco y Telemadrid. Te mostramos los documentos que demuestran que son falsas. Lo que estos periodistas no han hecho.

David Andrés (con la ayuda de las televisiones sensacionalistas) afirma que es propietario de la casa en la que vivo y me amenaza, extorsiona y coacciona para que la abandone, pero no es verdad que sea propietario.
Desde octubre del 2024, semanalmente saco una nota simple en el Registro de la Propiedad. Desde hace años hasta día de hoy, solo figuran tres herederos: los sobrinos de nación Cuesta (ya fellecida). No existe ningún otro documento ni escritura pendiente de anotación. Por tanto, no es cierto que sea el propietario.
Hemos visto y comprobado las escrituras que mostró ante el juzgado, pero ni siquiera coincide el número de la vivienda. Simplemente son falsas. Dice que se la han vendido por 20.000 €, pero todo el mundo sabe que ese precio es imposible en Madrid. No sabemos si ha comprado sin escrituras o se trata de otro chanchullo, pero no hay duda de que es ilegal. Si de verdad fuera dueño, lo reclamaría judicialmente, no por medio de amenazas y coacción.
A día de hoy, no hay ninguna causa abierta judicialmente que afecte a esta casa. No existe denuncia, no ha habido juicio, ninguna reclamación. Así que no existe ninguna orden de desahucio.
Hasta el momento, lo único cierto es que el Juzgado de Instrucción n.º 34 ha condenado a este sujeto como autor de delito de coacciones y me ha absuelto a mí, algo que quedó demostrado judicialmente.

La Cuatro. Telecinco y Telemadrid me atacan e insultan con el único objetivo de montar su show y beneficiarse del espectáculo. Lo suyo es desinformar y no documentarse Con la verdad, como sería su deber. Sin ninguna base, me han acusado de ser:
Vecinas, vecinos, estoy a vuestra disposición para cualquier aclaración que necesitéis, porque sé que la razón está de mi lado. No quiero vivir con miedo a unos matones fascistas que buscan especular con este terreno. Y sobre todo quiero daros las gracias a todas las vecinas y vecinos que me estáis apoyando y os posicionáis. Gracias también al Club Deportivo La Fábrika por todo su apoyo. Si intentan criminalizarlos, es porque quieren proteger nuestro barrio.
Denunciamos el trato sesgado y vejatorio que estamos recibiendo por parte de la policía y la televisión, y el apoyo que dan a estos matones, fascistas y nazis.
Vecina, vecino, no les hagas el juego. Únete y lucha. ¡Fuera fascistas de nuestros barrios!



Veo que por aquí seguimos muy anquilosados con eso de las ideologías, y que aún parece difícil creer que Puigdemont pueda apoyar la moción de censura que mande a Sánchez a su casa. No digo yo que vaya a pasar, porque el Puchi se ha vuelto el rey de los perros ladradores desdentados, pero tampco conviene descartar esa posibilidad tan alegremente.
Si algo está machacando a Junts es gobernar con en vez de contra. El partido necesita urgentemente un gobierno español contra el que estar, si quiere volver a movilizar a los suyos. Pedir cosas, casi de rodillas, a los mismos que tú sostienes y que encima no te dan nda, es la garantía de irte al carajo, sin paliativos. Para mantener su postura reivindicativa, irredenta y victimista, necesitan un gobierno del PP, y si puede ser con Vox, mejor aún.
El modelo de intentar controlar el gobierno de Madrid para sacar lo suyo en Cataluña, no sólo está agotado, sino que parece un fracaso en toda regla. Además de influencia, lo que ellos quieren, como cualquier partido político, es poder. Y ya se ha visto adónde ha conducido esta estrategia: nada en Madrid, e Illa en Barcelona, gobrnando la Generalitat. Cojonudo, ¿verdad, cacho de genio? , le habrán dicho al que diseñó semejante estrategia.
Por si todo esto fuera poco, muchos estamos convencidos de que el control del PP sobre el Poder Judicial, aquí y en Europa, es mucho mayor que el que alista el PSOE, lo que llevaría a pensar a Puigdemont que su única opción de volver a España pasa porque los jueces conservadores dejen de ponsrle palos en las ruedas a su amnistía y le permitan volver, haciendo la vista gorda a este o a aquel detalle.
Así que no descartemos, por esta vez, que los de Junts apoyen un moción de censura instrumental junto al PP y Vox, poniendo de candidato al primero que se les ocurra, porque la ideología, el supuesto independentismo, las vestiduras rasgadas y las banderas en largo mástil son sólo forraje para idiotas. Lo que cuenta es el poder, y las cosas vienen torcidas parra Junts si no espabilan.
Y lo saben.
Vemos estos días los casos en Andalucía de cómo se ocultan las pruebas del cáncer, se modifican. Mamografías con bultos que desaparecen y vuelven a aparecer más tarde sin el bulto y modificadas. 90.000 mujeres en la Comunidad Valenciana que no han recibido su cita para las mamografías, llegando al 60% de las mujeres fuera del cribado del cáncer de mama en algunos sitios como Xátiva el año pasado.
Los casos de Andalucía parecen algo nuevo pero si buscamos un poco, ya desde 2023 hay denuncias de reducción en el número de biopsias en hospitales como el de Jaén.
Desde 2013 ya hay noticias de que las mamografías no se hacen. Más de 30.000 mujeres entonces llevaban meses sin hacerse las pruebas. Como señala el plural hace más de 12 años, cerraban la agenda de médicos, no apuntaban pacientes durante meses.
Entonces Rajoy recortó los tratamientos preventivos y de investigación, mientras Cospedal redujo a la mitad las pruebas de detección precoz del cancer de mama. Qué vista la reacción estos días, parece que es algo nuevo cuando lleva más de una década así.
¿Pero de dónde sale esto? Podemos ver pistas en wikileaks, en 2013 ya hay movimientos de Estados Unidos para bloquear tratamientos asequibles contra el cáncer junto a Japón. Justo cuando empezaron los recortes en España. Sé que correlación no implica causalidad, pero vistas las pruebas, si no lo implica al menos lo parece.
Cuando tienes una guardería, y es tu negocio además de un servicio a la comunidad, tienes que tener claras las prioridades. Que la guardería funcione, que la gente lo pase lo mejor posible, que el servicio sea bueno, y que el negocio sea rentable.
Cuando un niño pega a los demás, se le echa.
Cuando un niño rompe cosas, se le echa.
Cuando un niño estropea los juegos en común, creando frustración en los demás, se le echa.
Cuando unos padres son problemáticos y vienen con reclamaciones, amenazas de inspección, o tocadurías diversas de huevos, se echa a su hijo y que vayan a joder a otro lado.
Cundo un niño, o sus padres, hablan mal de la guardería o le hace publicidad negativa, se le echa.
Cuando un niño da pérdidas, porque consume más recursos de los que aporta, se le echa.
Y no se hace un refréndum, ni se consulta a nadie. Y no hace falta que sea justo. Es la responsabilidd d eun buen gerente.
Quien quiera entender, que entienda.
Estamos en unos tiempos codificados donde lo explícito ha ido dejando paulatinamente paso a sonrisas edulcoradas, de serie, y donde la verdad sólo se dice a través de códigos que sólo los iniciados descifran, pero que todo el mundo comprende. Por ejemplo, las jardineras en medio de una calle sustituyen con perfecta eficacia a las señales de circulación prohibida , o los bancos con un un reposabrazos en el medio sustituyen a la prohibición de quedarse a dormir en ellos por las noches.
En ese sentido, una de las mejores maneras de saber hasta qué punto un barrio o una ciudad han sido devorados por la carcoma del turismo masivo es la proliferación de las mesas altas. Las mesas altas, dicen, aprovechan mejor el espacio en las terrazas, evitan el desparrame del personal y son más eficientes. En realidad, las mesas altas significan "lárgate", porque aquí te queremos un ratito, lo justo para que pagues la consumición y te marches con viento fresco dejando el sitio al siguiente pardillo.
Las mesas altas, y sus correspondientes taburetes, están diseñadas para que en vez de descansar, te canses, se te claven en los muslos y tengas ganas de ponerte en movimiento después de unos veinte o veinticinco minutos, o incluso menos, dependiendo de la edad y la constitución del usuario. Los proveedores de mobiliario para hostelería ya las ofrecían así, con esas indicaciones, hace muchos años, pero por entonces eran muy pocos los taberneros que se animaban a colocarlas, por vergüenza torera y porque se quedaban vacías.
Cuando hoy vemos que proliferan esos elementos mobiliarios, tenemos que concluir que se ha perdido la vergüenza y que el cliente habitual importa un carajo, porque una parte de los hosteleros quieren regentar una cafetería de aeropuerto, una de esas que tiene la clientela cautiva porque es lo que hay y lo tomas o lo dejas. Y eso sucede cuando no hay necesidad de atraer a nadie, porque la afluencia de gente es tan grande, que aunque pusieras un abrevadero, con cebada de tapa, vendrían lo mismo.
La otra opción es que se quiera aprovechar mejor el espacio e impedir que se junten mesas, como me han dicho algunos. En todo caso, no hay quien me convenza de que no se trata de un acto hostil, como las jardineras o los bancos antipobres. Uno más de esos actos hostiles a los que nos han acostumbrado a tragar. Pequeñas molestias que expulsan a determinada gente de determinadas zonas, con los pretextos más peregrinos.
Como los coches de los pobres que ya no pueden acceder al centro de las ciudades, mientras el que se puede pagar un híbrido anda por donde quiere, en modo gasolina, arrastrando con su motor de combustión el peso de las baterías. Por ecología. Por medio ambiente. Ya. Y un huevo.
En 2023 escribí este artículo en meneame
Zaragoza. Regalo 20 líneas de tranvía y 4.000 millones de razones
Tal cómo todos podíamos sospechar, el trabajo de este ciudadano fue ignorado por todas las fuerzas políticas, (PSOE y Podemos escucharon la propuesta).
El resto PP, VOX, IU, ZEC, ignoraron con manifiesta prepotencia, esta mejora sustancial de un 30% en la red de transporte urbano de Zaragoza.
Hoy aparece la noticia que se venía retrasando durante los últimos 2 años de un nuevo pliego de condiciones para el contrato de transporte en autobús urbano de la ciudad de Zaragoza
Dos años, en la que la alcaldesa no ha parado de hacer eventos en la ciudad para SU instagram y como el dinero no es suyo sino del sudor de todos y cada uno de los maños y mañas
Le parece bien que la ciudad pague 1186 millones por algo que este ciudadano ha REGALADO a la ciudad y que además de ese incremento aumenta la capacidad de transporte de la red de autobús al equivalente de 20 líneas de tranvía.
Deberíamos tener más presente la diferencia entre REPRESENTANTES Y GOBERNANTES.
Aquí vuelvo a dejar la DOCUMENTACIÓN
¿ALGUIEN CONOCE EN ESPAÑA UNA EMPRESA U ORGANIZACIÓN QUE PUEDA CORROBORAR MIS RESULTADOS? .Esto es un software para la simulación de redes de autobuses urbanos.
Ya no sé cuántas manifestaciones van contra Mazón, pidiendo que dimita por su negligencia a la hora de avisar de lo inminente de la DANA. Que si estaba con una periodista, que si estaba comiendo, que si estaba follando, que si se estaba sacando una espinilla en el espejo en vez de avisar. Con ese aviso, posiblemente habría algunos muertos menos. Se trata de una negligencia con resultado de varios muertos. No de doscientos y pico menos, claro, porque todos sabemos lo que pasa con esos avisos, pero algunos menos.
Tengo la impresión de que en todo esto hay mucho desalmado y mucho retrasado mental, uniéndose para hacer creer y creer que el problema de las lluvias torrenciales se soluciona mandando mensajes al móvil. Y resulta que no, que se arregla con obras hidráulicas, que es justo lo que nadie exige, porque ese es un tema jodido, no da votos inmediatos, no sirve para echar mierda al adversario político y además puede traer a colación debates que nadie quiere.
Ya sé que es una locura meterse en estos tiempos a semejante censo, pero a veces me da por ahí. Masoquista, que es uno. Me puse a realizar un pequeño recuento sobre las noticias que siguen saliendo sobre el tema de la DANA de Valencia, y me cansé después de media hora. Este párrafo está repetido de otros dos o tres sitios, y me temo que voy a escribirlo aún más veces.
Me sigue pareciendo criminal y descorazonador que los artículos sobre la culpa de lo sucedido superen en más de treinta a uno a aquellos que hablan sobre las obras necesarias para que esto no vuelva a suceder, el encauzamiento de las ramblas, las presas y las obras hidráulicas necesarias para prevenir la siguiente desgracia.
No es ya sólo que haya quien crea que las riadas se paran con SMS, sino que parece que les da igual lo que pase, con tal de tener a quien colgarle el mochuelo. Porque lo que es arreglar cosas, no le interesa a nadie. Ni se debaten soluciones, ni se proponen, ni se discuten. Sólo culpa, responsabilidad, politiqueo y más culpa, como si estuviésemos ante un certamen de sermones o ante una olimpiada de confesionarios. Religión disfrazada de civismo. Religión, al fin y al cabo. Porque si no es Mazón, es el cambio climático. O el capitalismo. O su puta madre. Pero hablar de las soluciones parece vetado.
Estoy ya un poco hasta el gorro de tanto monaguillo falso, de tanto párroco disfrazado en un perpetuo carnaval circense. Además de querer averiguar quién tuvo la culpa, ¿hay alguien interesado en poner algún remedio?
Y ahora me vendrán, porque también lo he leído, con que lo uno no es incompatible con lo otro, con que hay que depurar responsabilidades. Con que Mazón estaba con una tía el día de autos. Con que lo importante es la factura del Ventorro. Y lo que quieras, sí. No es incompatible, pero resulta que todo el esfuerzo va dirigido a eso, y sigo en busca de artículos, de reportajes, de documentales hablando de lo que hay que hacer, de presentar planes de actuación sobre las torrenteras, de crear aljibes de tormenta y de otras soluciones técnicas.
Las soluciones no interesan porque son caras, lentas, complicadas y no dan votos ahora mismo. Y además, generan conflictos, porque hay que prohibir edificar aquí o allá, recalificar terrenos, enfrentarse con gente y organizar movidas urbanísticas, siempre retorcidas, enojosas y complicadas, en las que unos ganan, y ganan mucho, y otros pierden mucho a su vez. En cambio la culpa es inmediata, permite la caza mayor de políticos adversarios, y no cuesta un duro. Batucadas y caceroladas en vez de remedios. Danzas contra la lluvia de indios majaras.
Y además, cuando llegue la próxima desgracia se podrá, una vez más, reabrir las tres pistas del circo mediático sobre cuándo se tenía que haber enviado el aviso, sobre la gente a la que no le llegó, sobre los que lo recibieron y se lo pasaron por el forro, sobre el efecto de avisar seis veces antes de que a la séptima pase algo, y sobre los que se vieron obligados a ignorarlo porque su malísimo patrón los presionó.
Más circo y ninguna solución.
Pensar en soluciones debe ser de reaccionarios. De fachas. De desalmados que no piensan en los muertos.
Yo qué sé.
Estados Unidos ha bombardeado diversos barcos en Colombia recientemente, la versión oficial es que son narcolanchas, pero lo que cuentan desde Colombia es que eran pescadores y que hay otros pescadores desaparecidos. A su vez gente del entorno de Vox como el excvicepresidente de Castilla y León, Garcia Gallardo, dice en redes sociales que el problema es que los sudamericanos vienen a España y suben el precio de la vivienda.
Entre medias, Colombia es el país de América del Sur del cual vienen más inmigrantes a España. Es decir por una parte desestabilizan paises en América del Sur como llevan haciendo décadas con golpes de estado, narcotráfico y demás que genera inmigración masiva debido a las malas condiciones de vida que imponen sus ataques. Por otra parte esa misma gente te dice que el problema son esos inmigrantes. Es decir los atacan allí y aquí, haciéndoles allí huir y aquí que se sus fieles de extrema derecha los repudie y les eche la culpa, y ya que sus fieles suelen ser empresarios y demás, esto les lleva a situaciones de exclusión y pobreza, logrando trabajadores baratos.
Y ya no hablemos de cómo la inmigración de países de África y Oriente Medio se disparó tras el 11S.
Veo con inquietud cómo los medios publican noticias sobre qué empleos serán los primeros en ser destruidos por la IA. Como indígenas mostrando los objetos brillantes que intercambiaban con los colonos europeos, se regocijan en las migajas que Google les paga por el clickbait, sin ser conscientes de que están celebrando su propio funeral.
Durante más de un siglo, la teoría socialista clásica explicó la relación entre el trabajador y el capitalista a partir del control sobre los medios de producción. Decía Rudolf Rocker:
La auténtica, definitiva y completa liberación de los trabajadores sólo es posible bajo una condición: la apropiación del capital, esto es, de las materias primas y los medios de producción, incluida la tierra, por parte del conjunto de los trabajadores.
Aunque la esencia de esa idea sigue vigente, el mundo ha cambiado radicalmente. Ni Marx ni Rocker pudieron prever que los medios de producción serían, en gran medida, intangibles. Hoy día, el 90 % del S&P 500 está compuesto por activos intangibles: patentes, marcas, algoritmos y redes neuronales 1.
Se habla con entusiasmo de la “democratización de la IA”, pero conviene preguntarse quién se beneficia realmente. En apariencia, todo el mundo tiene acceso a ella; en la práctica, las empresas que la desarrollan son las que más rédito obtienen de este intercambio.
Usando estas herramientas generas datos valiosos, contribuyes al fine-tuning y provees contexto real. Entrenar un modelo de lenguaje como GPT-5 cuesta cientos de millones de dólares en cómputo y energía² , más de 5 GWh, equivalente al consumo anual de unos mil hogares, pero millones de usuarios actúan como un sistema gratuito de validación y evaluación. Cada interacción ayuda indirectamente a afinar el modelo y a mejorar su ranking de respuestas. Sin embargo, lo más valioso son los metadatos: la hora del día, el dispositivo, la ubicación, el ritmo de escritura… Todo esto permite inferir patrones de atención, productividad y estilo cognitivo.
Así, las IAs se entrenan con estos intercambios gratuitos y se acercan al verdadero objetivo de las empresas que las diseñan: validar su viabilidad como sustituto del trabajador humano. Este es el problema central que nos atañe hoy, mientras los Estados titubean sobre cómo afrontarlo.
Incluso casos recientes, como el de un adolescente cuya muerte se ha vinculado a interacciones con un chatbot³, revelan la opacidad y falta de responsabilidad de sus algoritmos.
Es ingenuo pensar que las empresas privadas contribuirán voluntariamente a una renta básica universal, aunque haya debates sobre su implementación⁴. Más bien se irán a países donde paguen menos impuestos, o incluso crearán los suyos propios. Pronto la casa Musk, la casa Altman o la casa Zuckerberg tendrán tanto los medios como los incentivos para hacerlo.
“Con la llegada de la IA, la asimetría entre el trabajador y el capitalista amenaza con agravarse hasta volverse estructural.”

Ante este escenario, urge pensar alternativas colectivas que otorguen a la sociedad el control sobre la inteligencia artificial y la orienten hacia el bienestar común. La IA debe servir para hacer más liviano el trabajo y para enfocarlo donde más se necesita, no únicamente donde más se pueda capitalizar.
Si los medios de producción del siglo XXI son los algoritmos, los modelos y los datos, la emancipación pasa por apropiárselos colectivamente. Una cooperativa de IA sería el equivalente digital de una fábrica obrera autogestionada. En ella, los datos, los modelos y las decisiones sobre su uso pertenecerían a quienes los producen y los sostienen, primando la transparencia algorítmica, la participación ciudadana y la ética por diseño.
Proyectos como LAION u OpenFold demuestran que miles de nodos pueden entrenar modelos abiertos sin pasar por una megacorporación⁶. La idea no es nueva: a finales del siglo XX, el proyecto SETI@home permitió a miles de usuarios donar la capacidad ociosa de sus ordenadores para analizar señales de radio en busca de vida extraterrestre. Ese mismo principio podría inspirar una IA cooperativa distribuida, donde miles de nodos —desde pequeños servidores comunitarios hasta centros académicos— compartan poder de cómputo, modelos y datos abiertos.
Aunque hoy los grandes modelos requieren infraestructuras colosales, existen caminos intermedios. Así como los sistemas operativos crean la ilusión de multitarea al virtualizar la CPU, también podríamos imaginar una inteligencia cooperativa distribuida que coordine miles de modelos pequeños y especializados.
No sería una sola red gigantesca, sino una federación de inteligencias locales conectadas, capaces de compartir resultados y aprender juntas. Esa arquitectura, más orgánica que centralizada, se parecería menos a una fábrica y más a un ecosistema: diverso, colaborativo y autónomo.
El software libre es la prueba viva de que la descentralización y la autorregulación son posibles: un espacio donde la cooperación nace desde abajo, sin jefes ni dueños, solo con la inteligencia colectiva de quienes construyen y comparten⁷.
Frente a corporaciones que privatizan el conocimiento, una cooperativa de IA actuaría como un tercer actor: descentralizado, democrático y transparente. No busca competir con el capital, sino sustraer de él el monopolio del saber automatizado. Mecanismos como la licencia Peer Production License⁸ o las cláusulas de Exit-to-Community⁹ permitirían que una startup madura transfiriera sus modelos y datos a una comunidad de usuarios, asegurando su control colectivo.
En un mundo donde las empresas tienen más poder que los Estados, socializar la IA es más urgente que nunca: ponerla al servicio del pueblo, no solo democratizar su acceso. La inteligencia artificial debe estar bajo el control del proletariado, del mismo modo en que los socialistas clásicos hablaban de los medios de producción.
Todavía estamos a tiempo de elegir: si será una herramienta de emancipación colectiva o el instrumento perfecto del nuevo tecno-feudalismo.
Marina descubrió la frase en el margen de un libro de filosofía que alguien había olvidado en el café: "Esta frase es falsa". La subrayó tres veces con su bolígrafo azul, como si más tinta pudiera resolver la paradoja. Cerró el libro y lo dejó donde lo había encontrado, pero la frase se fue con ella.
Esa noche no pudo dormir. La frase giraba en su cabeza como un disco rayado. Si era falsa, entonces era verdadera. Si era verdadera, entonces era falsa. A las tres de la madrugada, agotada, se levantó a preparar té. Mientras el agua hervía, escribió en su cuaderno: "Soy una mentirosa". Era la versión corta, más personal. Si ella era mentirosa, entonces esa declaración era mentira, entonces no era mentirosa, entonces...
El silbido de la tetera la salvó de la espiral.
Durante semanas, Marina funcionó con el piloto automático. Trabajaba en la biblioteca universitaria, catalogando libros que otros leerían, ordenando conocimiento que otros absorberían. Pero cada vez que encontraba una nota al margen, un subrayado, una anotación, pensaba en aquella primera frase. Los márgenes de los libros empezaron a parecerle peligrosos, como grietas por donde podía colarse el vértigo.
El terapeuta le había enseñado técnicas de meditación, pero Marina siempre terminaba en el mismo lugar: observando sus propios pensamientos, luego observándose observar, luego observándose observar que observaba. "La consciencia consciente de su consciencia", había leído una vez en Hofstadter. Eso era exactamente.
Un viernes, frustrada, le dijo al doctor:
-Es como si mi mente fuera el pensamiento que se piensa pensando. No puedo parar.
-Es solo ansiedad- respondió él, ajustándose las gafas. Los pensamientos recursivos son comunes. Intente la técnica militar: repítase "no pienses, no pienses, no pienses" hasta quedarse dormida.
Marina casi se rio. "No pienses, no pienses, no pienses". Pensar en no pensar seguía siendo pensar. Era otra trampa, otro bucle disfrazado de solución.
Los días se volvieron borrosos. Marina empezó a llevar un diario donde documentaba sus espirales. Una entrada decía simplemente: "Esta oración continúa: esta oración continúa..." seguida de páginas de puntos suspensivos que había dibujado compulsivamente durante una reunión de trabajo.
Su amiga Clara la visitó un sábado lluvioso.
-Estás pálida- le dijo, sirviéndole más café. ¿Cuándo fue la última vez que dormiste bien?
-Duermo- mintió Marina. Es solo que... ¿alguna vez has pensado en pensar? ¿En el acto mismo?
Clara la miró preocupada.
-Marina, cariño, estás dándole demasiadas vueltas a todo.
-"Estoy diciendo que estoy diciendo"- murmuró Marina, más para sí misma que para Clara. Incluso ahora, al decirte que pienso demasiado, estoy pensando en que pienso demasiado.
Clara tomó su mano.
-Necesitas salir de tu cabeza. Vamos a caminar.
La playa estaba desierta. El viento de otoño levantaba pequeños remolinos de arena. Marina observaba las olas, tratando de vaciar su mente, pero entonces llegó el pensamiento: "La ola que trae olas". Cada ola era consecuencia de la anterior y causa de la siguiente. Un sistema perfecto de recursión natural.
-El mar no piensa- dijo Clara, como si pudiera leer su mente. -Solo es.
Marina asintió, pero en su interior sabía que incluso el mar repetía su mensaje eternamente, sin poder detenerse. "El mar dice sin decir, dice sin decir", pensó, y esta vez no luchó contra el pensamiento. Lo dejó estar ahí, flotando.
Esa noche, sola en su apartamento, Marina abrió su cuaderno en una página en blanco. Escribió: "Yo que me digo diciéndome". Era Cortázar, recordó. Él también había estado aquí, en este lugar extraño donde el yo se desdobla y se observa.
Pero entonces algo cambió. En lugar de angustiarla, la frase la hizo sonreír. Había algo casi cómico en todo aquello. Como un perro persiguiendo su cola, sabiendo que es su cola, pero persiguiéndola igual.
Tomó el bolígrafo de nuevo y escribió: "Te prometo que te prometo". Una promesa de promesa. Un compromiso con el compromiso mismo. Se rió en voz alta, sola en su cocina a medianoche.
Esa noche no intentó dormir. En lugar de eso, se sentó en su escritorio y escribió una carta a sí misma:
"Querida Marina que leerá esto: cuando leas esto, serás otra Marina, una Marina futura que recuerda a la Marina que ahora escribe. Y esa Marina recordará a otra Marina que escribió sobre si misma. Somos un eco del eco, una reverberación de nosotras mismas a través del tiempo."
El lunes volvió al trabajo. Su supervisor le preguntó si se sentía mejor.
-Sí- dijo Marina. He decidido que soy como el mar.
-¿El mar?
-Repito y repito, pero cada repetición es ligeramente diferente. Como las olas. Nunca la misma, siempre la misma.
Su supervisor la miró extrañado, pero Marina no intentó explicarse mejor. Algunas cosas, pensó, son la mirada que se mira mirando. Solo tienen sentido cuando las experimentas.
Esa tarde, en el mismo café donde todo había empezado, Marina encontró el libro de filosofía otra vez. Alguien había añadido una nota bajo "Esta frase es falsa". Decía: "La paradoja no es un problema a resolver, sino un estado a habitar".
Marina sonrió y añadió su propia nota: "Repite esto: repite esto".
Dejó el libro para el siguiente lector, para el siguiente bucle, para la siguiente persona que necesitara descubrir que algunos círculos no son cárceles sino caminos. Como el latido del corazón. Como la respiración. Como el mar que nunca se cansa de ser mar.
(Artículo del Patriotic Millonaires Research Center, 2023
"Patriotic Millionaires es una agrupación de estadounidenses acaudalados que luchan contra la concentración desestabilizadora de riqueza y poder en los Estados Unidos. Nuestros miembros utilizan su influencia y sus voces únicas para promover una economía dinámica y equitativa, basada en un sistema tributario justo, un salario digno para todos los trabajadores estadounidenses y el acceso igualitario al poder político.")
En el período previo a las elecciones presidenciales de 1992, James Carville acuñó la famosa frase «Es la economía, estúpido». Pronto se convirtió en el lema de la exitosa campaña de Bill Clinton.
Eso fue hace treinta años. Con lo mucho que ha cambiado nuestro país desde entonces, nos gustaría sugerir que se actualice el famoso estribillo a «Es la desigualdad, estúpido».
La desigualdad económica se ha disparado en Estados Unidos desde que Bill Clinton asumió el cargo. (Comenzó a aumentar después de que el predecesor de Clinton, Ronald Reagan, entrara en escena, pero el mandato de Clinton fue testigo de la continuación de esta tendencia). Hoy en día, hay 735 multimillonarios en Estados Unidos, tres de los cuales —Elon Musk, Larry Ellison y Jeff Bezos— poseen una riqueza de más de un millón de veces superior (!!) a la riqueza media de los hogares estadounidenses. Mientras tanto, casi el 60% de los estadounidenses viven al día, un tercio de los trabajadores ganan menos de 15 dólares la hora y aproximadamente 38 millones de estadounidenses viven por debajo del umbral de la pobreza.
No es casualidad que, a medida que los ricos se han hecho más ricos, cada vez más estadounidenses hayan tenido dificultades para llegar a fin de mes. Todas las pruebas disponibles demuestran que la pobreza y la desigualdad están íntimamente relacionadas. Un informe reciente reveló que Estados Unidos, uno de los países con mayor nivel de desigualdad entre los países desarrollados, tiene más pobreza intergeneracional que varios países similares. Además, la alta desigualdad perjudica la movilidad social y el crecimiento del PIB, dos mecanismos clave que permiten a las personas salir de la pobreza. Existe una relación clara e innegable entre el número de personas que viven en la pobreza y la magnitud de la brecha entre ricos y pobres, y los responsables políticos serían insensatos si no lo vieran.
Sin embargo, hay otras razones, además de la pobreza, por las que debemos preocuparnos por la desigualdad extrema. Una de las más importantes tiene que ver con la forma en que la concentración extrema de la riqueza en un pequeño grupo de personas desestabiliza nuestra democracia. A medida que los ricos se han enriquecido en las últimas cuatro décadas, han contribuido más a las campañas políticas. (Esto es especialmente cierto desde la sentencia del Tribunal Supremo de 2010 en el caso Citizens United, que abrió las compuertas al gasto ilimitado de los Super PAC). Han utilizado su riqueza para impulsar políticas en la dirección que les conviene, lo que ha creado un círculo vicioso en el que la desigualdad económica produce desigualdad política, lo que a su vez genera más desigualdad económica.
En ningún lugar esto es más evidente que en el código tributario. Nuestro código tributario fue en su día impresionantemente progresista. Durante la Segunda Guerra Mundial, el tipo impositivo marginal máximo del impuesto federal sobre la renta alcanzó el 94 % y se mantuvo por encima del 90 % hasta 1964, abarcando la totalidad de la década de 1950, considerada por muchos como la «edad de oro» económica de los Estados Unidos. Nuestro impuesto sobre el patrimonio también fue en su día muy sólido —tenía un tipo máximo del 77 % entre 1941 y 1976— y era eficaz para reducir las grandes fortunas.
Con el paso del tiempo, nuestro código tributario se ha vuelto mucho menos progresivo. Los multimillonarios pagan tipos impositivos mucho más bajos que los estadounidenses medios y, en ocasiones, se libran de pagar cualquier impuesto federal sobre la renta. El impuesto sobre el patrimonio se ha llenado de lagunas y exenciones tan complicadas que, en esencia, se ha convertido en un impuesto «opcional» para los ricos. Las ligas deportivas multimillonarias, como el PGA Tour (que recientemente se ha fusionado con LIV Golf, una liga de golf respaldada por Arabia Saudí, un país conocido por sus abusos contra los derechos humanos), no tienen ninguna obligación fiscal.
Hace más de una década lanzamos nuestra campaña para poner orden en este caos. Queremos que los gobiernos graven adecuadamente a las personas ricas como nosotros, tal y como hacían en el pasado, para contener la desigualdad, NO solo para recaudar ingresos. Con el paso del tiempo, la idea generalizada de que el código fiscal desempeña un papel importante en la distribución de la riqueza en Estados Unidos se ha desvanecido, sustituida por una visión miope y limitada de los impuestos como meros generadores de ingresos.
No creemos que sea necesario aumentar los impuestos a los ricos para recaudar ingresos con los que financiar las medidas que el gobierno quiere llevar a cabo. Creemos que es necesario aumentar los impuestos a los ricos para reducir la desigualdad. La desigualdad, como ya hemos expuesto, es perjudicial para nuestra economía, para los pobres y para nuestra democracia. Eliminar la desigualdad a través del código tributario no debería ser una preocupación secundaria a la hora de buscar ingresos, sino nuestra prioridad absoluta.
Reconocemos que algunos políticos que promueven aumentos de impuestos a los ricos podrían considerar políticamente conveniente vincularlos directamente con programas gubernamentales nuevos o ampliados. La mayoría de los legisladores, incluso aquellos que quieren gravar a los ricos, no están del todo seguros de que el público comprenda cómo sus vidas mejorarán directamente al gravar a los ricos, y creen que deben convencerlos de que apoyen los aumentos de impuestos ofreciéndoles otros programas.
No creemos que eso sea necesario. El problema al que nos enfrentamos NO es la falta de apoyo a nuestra visión: la mayoría de los estadounidenses están de acuerdo en que la desigualdad es un problema y en que los ricos y las empresas no pagan lo que deben en impuestos. El pueblo estadounidense apoya de forma abrumadora el aumento de los impuestos a los ricos; de hecho, cuando se propuso la agenda original de Biden como la Ley Build Back Better, una de las partes más populares del proyecto de ley era, como habrán adivinado, gravar a los ricos.
En cambio, nuestro problema para avanzar en nuestra agenda es la captura política por parte de los ricos. Tal y como están las cosas ahora mismo en Estados Unidos, los funcionarios electos responden a los intereses y preferencias de los ricos, no a los de sus electores ni a los de los trabajadores de todo el país. Algo tiene que cambiar, y creemos que para acabar con esta captura política y luchar contra la desigualdad, necesitamos que los trabajadores más afectados por la desigualdad se unan y exijan un cambio. Con ese fin, recientemente hemos puesto en marcha una nueva iniciativa, el Great Economy Project, en Whiteville, Carolina del Norte. Estamos llevando nuestro mensaje sobre la necesidad de luchar contra la desigualdad y gravar a los ricos a las pequeñas ciudades de Estados Unidos y proporcionando a la gente las herramientas que necesitan para romper el círculo vicioso de la desigualdad económica y política en Estados Unidos.
Todas las personas que hemos conocido en Whiteville —madres solteras, jubilados, trabajadores con salario mínimo— han vivido la desigualdad en Estados Unidos. Por su propia experiencia, comprenden perfectamente que la economía no funciona para la mayoría, sino que solo sirve para desviar la riqueza y los ingresos hacia unos pocos. Y ahora, gracias a nuestro programa, muchos de ellos se sienten impulsados a hacer algo al respecto. Para cerrar la brecha entre los ricos y el resto y alejar nuestra democracia del abismo del autoritarismo, todos debemos unirnos para exigir un cambio. Creemos que nuestro trabajo en Whiteville es un comienzo.
Este es el lema de Patriotic Millionaires: si te preocupa la lucha contra la pobreza y te preocupa salvar la democracia, entonces soluciona la desigualdad, imbécil.
Leo en Ok diario una noticia sobre los cazadores
El artículo, que dice basarse en un informe elaborado con la colaboración de la Fundación Artemisan y Deloitte, dice, entre otras cosas que:
Tal vez se me escapa algo, pero si los ingresos netos del cazador medio son 2.011 €/mes, 28.154 €/año si cobra 14 pagas, y el gasto medio es de 12.069 €/año....
¿El cazador medio se gasta el 43 % de sus ingresos netos en la caza?
¿El artículo miente como un bellaco?
¿Nos tenemos que creer la mención del informe original que dice que el colectivo de cazadores invierte 289 millones al año en gestión y conservación del medio ambiente?
¿Responde todo esto a un greenwashing de la caza?
He estado en la parte austral de Chile, en la región de los Lagos cuya capital es Puerto Montt, de vacaciones. Uno de los primeros días fui caminando hasta una de las entradas del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, el más antiguo de Chile y, viendo que había oficina del CONCAF, los guardabosques de los parques nacionales, para entendernos, entré en ella para preguntarles sobre senderos y rutas a pie en la zona. Me recibió un tipo como de mi edad muy amable y con el que enseguida nos caímos bien. Salimos de la oficina, pues me quería indicar, caminos sobre el mismo trazado y al hacerlo me fije en que en la ventana había colgado un cartel, lo leí por encima, y en él aparecían unas fotos, no muy buenas, de un chaval, junto a la leyenda "Joven holandés de 18 años desaparecido en los alrededores de la cima del volcán Osorno". Dejé de leer a medias y le pregunté al guardabosques "¿Qué ha pasado?" y él me contestó "Bueno, no se si sabes que aquí hubo una dictadura y..." giré mi vista hacia el cartel y la fecha de la desaparición era el 12 de diciembre de 1985.
Maarten Melle Visser desapareció, o lo desaparecieron. Sus padres, que ya están a punto de llegar a los 90 años, siguen acudiendo cada año al volcán Osorno para ver si se encuentra alguna pista sobre su desaparición. Solo dejaron de venir en 2020 y 2021 por la pandemia. La gente de la CONAF mantiene el cartel en el cristal de la ventana, para hacerles saber a los padres que no están solos en la búsqueda, que la desaparición de su hijo, y de tantos otros, continúa sin resolverse. Se me giró el estómago, imaginar la angustia de los pobres padres que continuarán buscando a su hijo hasta el final. La madre decía, hace un año o dos, que ya le queda muy poco de vida y que le gustaría morirse sabiendo donde están los restos de su hijo. No va a ser así.
Dejando de lado que me parece una locura que un niño de 18 años viajará sólo al Chile de Pinochet, habiendo tantos otros lugares en el mundo en 1985 mucho más tranquilos lo que se ha podido averiguar hasta ahora es lo siguiente.
El chaval se alojó en una casa particular en Puerto Montt, allí mantuvo una discusión, no parece que nada grave, con los anfitriones sobre Pinochet y la dictadura chilena. El chaval se posicionó claramente en contra. Fue una discusión dentro de un domicilio particular. A día siguiente el chico ascendió hasta el volcán Osorno y durmió en el refugio. Era aficionado a la fotografía. Por la mañana salió temprano a tomar fotos sobre los impresionantes paisajes y ya nunca más se supo de él.
Hay pistas que lo vinculan con la Colonia Dignidad, parece que permaneció en ese lugar que se venía utilizando como centro clandestino de detenciones. Nada más a partir de ahí.
Si leéis sobre la Colonia Dignidad se os erizarán los vellos, una secta fundada por un pederasta nazi alemán, que hasta los mismo nazis lo obligaron a huir de la Alemania de la preguerra y que se utilizó, además de para sodomizar a decenas de niños, para torturar a todo tipo de personas por decisión de la dictadura de Pinochet, ambos tipejos se llevaban especialmente bien. Hasta ¡2005! la secta no fue desmantelada, era un poco rollo amish y ahora en el lugar hay posadas de turismo rural y hacen mantequillas y mermeladas y tal. Un lugar que debería haber ardido hasta los cimientos sigue funcionando llevado ahora por los sectarios que lo mismo te hacen una mermelada de ciruela que te sacan los dientes con un sacacorchos. Creo que los que lo llevan son los sectarios víctimas, pero vete tú a saber porque parece, de lo que he leído, que sólo el super nazi era malo y que los demás eran todos víctimas (se vinieron desde Alemania en 1939 200 personas con él, era un predicador calvinista el tipo).
Hay incluso un documental sobre el tema.
Esto es de hace tres años
veo el vídeo y me saltan las lágrimas. Lo peor es que hay mierdas que saben lo que pasó, los que lo desaparecieron, podrían redactar un anónimo, dando un poco de tranquilidad a la familia. Pero no sucederá. Un niño de 18 años, sin filiación política ninguna, que simplemente discutió levemente sobre la dictadura en un entorno privado. Secuestrado, torturado y desaparecido únicamente por eso. Como miles y miles de chilenos.
Este año se cumplen los 40 años de su desaparición.
menéame