“Niño estudia”, te dijeron, y estudiaste. “Calla niño”, y te callaste, y así nunca te asomaste al brocal de lo prohibido. Eras hombre decidido por ajena decisión, eras sólo una canción de cuna para un profeta y ahora eres la silueta de un crepúsculo vencido de soles que ya no giran. ¿Y qué harás cuando te digan “muere, niño”? ¿Morirás? ¿O darás un paso atrás aunque te llamen cobarde? Todo naufraga, todo arde: se ha desatado la...