Fuerteventura destaca dentro del entorno canario por la intensidad de su transformación demográfica, con un modelo de crecimiento impulsado por la migración internacional y la integración de nuevos residentes. Esta realidad late con fuerza en pueblos, barrios, escuelas, centros de salud, espacios y transporte público y plantea retos en materia de servicios públicos, cohesión social y planificación. Un dato aterrador lo confirma: más del 70 % de la población no nació en la isla, de ellos el 40% proceden de otros países