Dos años después, el debate regresa con más fuerza tras las declaraciones del ministro polaco de Exteriores, Radosław Sikorski, y los nuevos reportajes en Financial Times y The New York Times. Ha insinuado, ni mas ni menos, que quienes atentaron contra el Nord Stream podrían ser “héroes”. En 2022 llegó incluso a agradecer públicamente a EE UU con una “Gracias, América” tras la explosión del Nord Stream, aunque luego eliminó su mensaje. Ahora vuelve a la carga con un discurso que normaliza el sabotaje como herramienta legítima de guerra