Estaba el otro día en una tienda a modo de relax ya que hace las funciones de parque de atracciones para gente como yo (y que, para no hacer publicidad, llamaré Meroy Lerdín) cuando se me acerca un caballero de mediana edad, vestido con ropa casual, gafas de pasta y tablet en mano. Con mis atención puesta en las brocas de cobalto, su "buenas tardes" perfora mi concentración. Lo que viene después, taladra mi momento de paz. "¿Conoce usted las últimas ofertas de Iberdrola en el mercado de la electricidad?" …