A grandes rasgos, se refiere a una alimentación basada en el consumo de alimentos energéticamente densos (con alto contenido en grasas saturadas y azúcares añadidos), y nutricionalmente pobres (bajo aporte de vitaminas, minerales y fibra, entre otros). Dicho de otra manera, la “dieta occidentalizada” se caracteriza por un consumo elevado de productos procesados y refinados, carnes rojas y procesadas, azúcares añadidos y grasas saturadas, a la vez que un bajo consumo de frutas, hortalizas, cereales integrales y frutos secos.
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Para que la gente no se muera de hambre, ya que es bien conocido la relación entre pobreza y obesidad, habría que bajar o eliminar los impuestos de los alimentos sin procesar (fruta, verdura, carne, pescado)
Lo que se sacase de esos impuestos lo reinvertiria en mejorar la medicina preventiva y campañas de concienciación y fomento del deporte mediante construcciónes de parques con arboles de verdad y aparatos de calistenia. Eso a su vez reduciría el gasto médico y reduciria la temperatura de las ciudades.
Win win de manual. Que me hagan ministro ya joder
¿Sabes?
Cuando me mudé a Alemania, flipé la cantidad de obesidad tirando a mórbida que vi. Y otro dato curioso. Cuando más tiras del centro a la periferia, mayor porcentaje de gente obesa.
Ergo, comida ultra procesada, y barata es la que se puede permitir la gente de bajos recursos.
y podría tirar del hilo y el porqué, peto esa es otra historia.
Prohibir la publicidad, hincharlos a impuestos y prohibir su consumo a menores y en centros sanitarios y de enseñanza, locales de trabajo, públicos, hoteles, hostelería, terrazas,,, además de restringir su venta solo a locales especiales tipo estanco y alguna máquina vigilada para que los niños no puedan acceder a ellos y visualicen su consumo lo menos posible.
Seguro que más de uno de los que se alegra de que prohiban cosas a los demás le iba a joder que le prohiban ahora a él la comida basura...
Recuerdo cuando hace años el puto ayuntamiento pepero me multó con cienmil pelas, que era pasta, por unos embalajes de cartón que el cliente había dejado plegados junto a un contenedor, con mi etiqueta. En mi recurso me despaché a gusto con que me machacaban a mí porque era del pueblo y no tenía escapatoria pero no tenían huevos de hacerlo con mercadona, cocacola o macdonalds por cada bolsa, lata o hapimil que abundaba ensuciando nuestro entorno.