“Estuve de administrativo ganando 20.000 pesetas, mientras mi hermano en la obra se llevaba 85.000”. Hoy, muchos obreros cobran entre 1.100 y 1.200€, un salario que apenas permite sobrevivir. “Construimos pisos que no nos vamos a poder comprar”. “Ahora lo primero que preguntan es por los horarios, y tienen razón. Si quieres tener familia, necesitas tiempo”. Pero esa mentalidad choca con un sector con jornadas interminables y poco margen para conciliar. "Prefieren reponer en un supermercado antes que trabajar al sol o bajo la lluvia”.