Una vez que tenemos nuestra historia, estaría bien echarle un ojo, a ver si tiene valor o no. Se trata, un poco, de hacer como los buscadores de oro y separar las historias válidas de las simples tonterías. Y es un proceso muy complicado. Cada cual tiene su criba, su criterio, y su manera de llevar a cabo este inevitable e importantísimo proceso, pero como soy yo el que escribe estas líneas, voy a compartir el mío. ¿Soy un pesado si repito que es subjetivo y que cada cual tiene que construir su propia criba? Lo soy, pero queda …