El 75,06% del total de las sustituciones de médicos por parte de instituciones dependientes de la Agencia Valenciana de Salud se realizaron con contratos de 1 a 3 días de duración, según un estudio realizado por el sindicato CESM.
Hombre, si te acotas a los de sustituciones, no me sorprende. Que me digas que el 75 % de las contrataciones de médicos son de 1 a 3 días, ya me preocuparía mucho. Pero una sustitución es que hay un médico titular que por lo que sea no puede ir. Y eso serán bajas, vacaciones y esas cosas.
#5 Pues eso, que tienes razón. Aunque es cierto que otra alternativa es tener la plantilla lo bastante sobredimensionada como para que esas bajas de uno a tres días se cubran con personas con contrato fijo pero sin plaza fija.
También es verdad que no sé lo que pensarían los sindicatos de esa alternativa, que lo de la movilidad funcional y/o geográfica suele ser bastante despreciada en la función pública.
Comentarios
Y así se crean miles de puestos de trabajo al mes. Despuésves las horas cotizadas y caen y caen.
Y estamos hablando de médicos, igual de camareros (con todos mis respetos), tendrían contrato de los tres meses de verano.
Hombre, si te acotas a los de sustituciones, no me sorprende. Que me digas que el 75 % de las contrataciones de médicos son de 1 a 3 días, ya me preocuparía mucho. Pero una sustitución es que hay un médico titular que por lo que sea no puede ir. Y eso serán bajas, vacaciones y esas cosas.
#4 Pues nada, se hace como antiguamente: No se contrata a nadie para sustituir las bajas de menos de una semana y se acaba la polemica:
- Si no se contrata para sustituir las bajas: Malo
- Si se contrata para sustituir las bajas: Malo
#5 Pues eso, que tienes razón. Aunque es cierto que otra alternativa es tener la plantilla lo bastante sobredimensionada como para que esas bajas de uno a tres días se cubran con personas con contrato fijo pero sin plaza fija.
También es verdad que no sé lo que pensarían los sindicatos de esa alternativa, que lo de la movilidad funcional y/o geográfica suele ser bastante despreciada en la función pública.
Así se acaba con el paro y con las ilusiones.