Nos encontramos ante un fenómeno que yo denominaría “panmachismo”, es decir, la imperiosa necesidad y obsesión por encuadrar como violencia machista o de género cualquier delito en el que la víctima es mujer y el victimario es hombre. Todo se ha convertido en machismo. Se ha llegado al punto de generalizar la siguiente ecuación: Hombre victimario + mujer víctima = violencia machista. Como muchos colegas, entre ellos profesores referentes en el ámbito criminológico, pienso firmemente que no estamos ante un caso de violencia machista ni de viogen
Comentarios
El autor dice que este tipo de cosas se solucionaría "incorporando la criminología en las instituciones públicas". ¿No está actualmente? ¿Habrían hecho un perfil de este hombre cuando lo citaron por primera vez? ¿Habría valido de algo, dado que (creo) no había pruebas o testigos que lo incriminasen... Hasta el posterior intento de violación?
Dicho esto; pues sí, parece más bien un cazador y una presa, que por su orientación cumplía con sus gustos.