Bricall cree que la etapa de Pujol no es propiamente una etapa de gobierno, una situación que se ha acentuado hasta la exasperación con la entrada de Cataluña en el procés. La falta de acciones de gobierno, ahora ampliamente reconocida, ha sido sustituido por el activismo de las declaraciones y por una proliferación de gestos que han pasado del menosprecio institucional a la pura mala educación.
Bueno, yo leí el largo artículo de Bricall al que hace referencia esta noticia. Me pareció muy interesante, sobre todo porque trataba de combinar una evolución histórica objetiva, y no espiritual, a partir de la que trataba de justificar "el país catalán" frente al resto de España, a la ez que no se quedaba solo en la exposición de razones sino también tenía el valor de criticar la reciente actualidad del nacionalismo catalán. Dicho esto, me pareció que de nuevo Bricall cae, aunque no sea consciente, en algo que en el mismo artículo él crítica: el constante victimismo demostrado por parte del nacionalismo catalán, pues si bien se puede entender, como Bricall trata de mostrar a lo largo de diferentes párrafos, que la temprana industrialización de Cataluña frente al resto de España creó deferencias objetivas en los intereses entre Cataluña y el resto del Estado, creo que ya desde finales del S XX y todo el XXI estas diferencias de intereses no existen, por lo que en el presente no justifican una posición independentista.
En cualquier caso decir que a uno ya se le hace raro que entre tanto idealismo romántico de filfa y humo haya quién, aún desde posiciones más o menos cercanas al nacionalismo catalán, sea capaz de intentar bajar el asunto al menos supuestos objetivos, a la vez que sea capaz de criticar y reconocer los errores de esa locura, en la que aún muchos insisten, que fue "el procés". Recomendaría el artículo original de Bricall a muchos actuales independentistas...
Comentarios
Bueno, yo leí el largo artículo de Bricall al que hace referencia esta noticia. Me pareció muy interesante, sobre todo porque trataba de combinar una evolución histórica objetiva, y no espiritual, a partir de la que trataba de justificar "el país catalán" frente al resto de España, a la ez que no se quedaba solo en la exposición de razones sino también tenía el valor de criticar la reciente actualidad del nacionalismo catalán. Dicho esto, me pareció que de nuevo Bricall cae, aunque no sea consciente, en algo que en el mismo artículo él crítica: el constante victimismo demostrado por parte del nacionalismo catalán, pues si bien se puede entender, como Bricall trata de mostrar a lo largo de diferentes párrafos, que la temprana industrialización de Cataluña frente al resto de España creó deferencias objetivas en los intereses entre Cataluña y el resto del Estado, creo que ya desde finales del S XX y todo el XXI estas diferencias de intereses no existen, por lo que en el presente no justifican una posición independentista.
En cualquier caso decir que a uno ya se le hace raro que entre tanto idealismo romántico de filfa y humo haya quién, aún desde posiciones más o menos cercanas al nacionalismo catalán, sea capaz de intentar bajar el asunto al menos supuestos objetivos, a la vez que sea capaz de criticar y reconocer los errores de esa locura, en la que aún muchos insisten, que fue "el procés". Recomendaría el artículo original de Bricall a muchos actuales independentistas...