Es la hora de mayor tráfico en la mañana cuando me encuentro con Sarah a la entrada de un popular supermercado en un suburbio de Kampala, la capital de Uganda. Tiene unos 20 años, con rizos estilo rastafari. Está ansiosa y casi no puede mirarme a los ojos. Así que hablo con ella con mucho cuidado, no quiero presionarla. Junto a un colega de la BBC he pasado varias semanas intentando contactar a alguien que haya pagado por un certificado falso que asegure que no padece VIH/sida.
Comentarios
Ya lo que faltaba....
Horrible. Piden, por desconocimiento, a la gente certificado negativo de VIH para trabajar. Nadie les ha explicado que un/a seropitivo no daña a nadie por ejercer un trabajo, siempre que se tomen las medidas preventivas oportunas.
#3 Y aunque se lo explicaran, pensarían igual. Es una pura cuestión de exclusión social.
Cada contienente tiene sus "EREs",,,