John Marion Grant, condenado a muerte por haber asesinado a un trabajador de la cafetería de la prisión, comenzó a vomitar tras la administración del sedante midazolam. Al parecer, el equipo de ejecución tuvo que limpiar continuamente los vómitos y otros fluidos de Grant, que entró en una serie de convulsiones -contadas como dos docenas por un periodista presente- y tardó 21 minutos en morir.
Comentarios
Pobrecito... Donde esté La Máquina que se quiten las demás ejecutorias!
Pero dejadme ay!
Que yo prefiera
La hoguera, la hoguera, la hoguera
La hoguera tiene, que se yo
Algo que solo tiene la hoguera....
Estaria la jeringuilla adormilada.
Karma
Normal, después de 7 años el material estaba caducado.
Es una crueldad innecesaria. Colgarlo al estilo yanqui es instantáneo. En Rusia usan un disparo en la cabeza.
Es fácil, abolir la pena de muerte y estas barbaridades no ocurrirían
la milla verde