En uno de los últimos mercados al aire libre de Pekín, Yang Qianqian escanea con la ayuda de su ‘smartphone’ el código de barras que le muestra un vendedor en la pantalla de su propio móvil. La transacción se lleva a cabo en un abrir y cerrar de ojos, y la joven estudiante de baile se marcha con sus bolsas de plástico llenas de peras, patatas y una sandía.
¿Qué hay mejor para una sociedad totalmente controlada que saber qué compra quién? ¡Muerte al efectivo!
En unos años cualquier compra deberá ser autorizada por El Partido y ya se habrá cerrado el círculo
#0 y la joven estudiante de baile se marcha con sus bolsas de plástico llenas de peras, patatas y una sandía.
Bolsas de plástico
Aquí les llevamos meses de ventaja
Y el bitcoin entre otras seguirá creciendo y millones de chinos podrán seguir comprando todo lo que quieran sin ningún problema y nos venderán todo lo que se les pida, las criptomonedas al margen del govierno pero cogidas de la mano del consumismo se van a llevar requetebien. Tiempo al tiempo y no será mucho, pena del año 2009 no haber metido 3000 euros en bitcoins...
Comentarios
¿Qué hay mejor para una sociedad totalmente controlada que saber qué compra quién? ¡Muerte al efectivo!
En unos años cualquier compra deberá ser autorizada por El Partido y ya se habrá cerrado el círculo
#0 y la joven estudiante de baile se marcha con sus bolsas de plástico llenas de peras, patatas y una sandía.
Bolsas de plástico
Aquí les llevamos meses de ventaja
Y el bitcoin entre otras seguirá creciendo y millones de chinos podrán seguir comprando todo lo que quieran sin ningún problema y nos venderán todo lo que se les pida, las criptomonedas al margen del govierno pero cogidas de la mano del consumismo se van a llevar requetebien. Tiempo al tiempo y no será mucho, pena del año 2009 no haber metido 3000 euros en bitcoins...