Los sondeos menos favorecedores la sitúan como segunda fuerza política a muy poca distancia de la conservadora UMP y hay encuestas que vaticinan su victoria. El frente republicano se ha derrumbado y ese es otro triunfo de Marine Le Pen, que tras las elecciones municipales ingresa en la normalidad política. El nuevo Frente Nacional es de un populismo pragmático sin hipotecas sentimentales, adherido a etiquetas como eurorrealista o antiglobalización, mucho más efectivas hoy por hoy que el ancestral eje izquierda-derecha.
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