Hace 1 año | Por remontanim a elpais.com
Publicado hace 1 año por remontanim a elpais.com

En los campos de desplazados de Dolow, en el sur de Somalia, hay cosas que parecen juegos de niños pero en realidad son muestras de la catástrofe humanitaria que atraviesa el país africano. Aquí los pequeños, por ejemplo, chutan balones cilíndricos. Bidones amarillos que hacen rodar por la tierra con sus pies descalzos. Los llenan en los concurridos puntos donde las organizaciones humanitarias han instalado grifos de los que brota, dotado de un mágico brillo por el reflejo de un sol inclemente, ese líquido que el cielo les ha negado desde hace

Comentarios

lawson

Luego se extrañan de que haya piratas en esa zona...

D

No sé, a mí lo que me parece es que, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, esta noticia tendría que ser considerada aporófoba, además de obviadora de la dimensión cultural, porque al presuponer o implicar que la pobreza y la precariedad son cosas malas o negativas, está también indirectamente implicando que las personas que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o la precariedad están haciendo daño o perjudicando a esos hijos, y por tanto está también indirectamente implicando que las personas que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o la precariedad son malas personas y malos progenitores, sin inteligencia, lo cual, según esos altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, es aporofobia, incluso aunque esas personas progenitoras fueran ricas, además de que queda obviada la dimensión cultural, porque, al realizarse todas esas implicaciones, también se está implicando indirectamente una culpabilización, criminalización y estigmatización de todas esas personas que, simplemente, desean ejercer su legítimo, legal y fundamental derecho humano y progenitor, además de su cultura, de considerar que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas y maravillosas, tan estupendas y maravillosas como para incluso hacer nacer y criar a sus propios hijos en ellas, a que sus hijos también les agradezcan la pobreza y la precariedad tanto como ellas, esas personas progenitoras, las agradecen a sus padres.

Y es que en esto debe consistir la convivencia en una sociedad civilizada: en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, marcos culturales, y diversidades ideológicas, de opiniones, de preferencias, de criterios progenitores y de principios éticos de cada cual.

Así que, por favor, dejad de enviar noticias aporófobas. Hay seres humanos que, en legítimo ejercicio de sus derechos, consideran que la pobreza y la precariedad son circunstancias tan estupendas como para incluso hacer nacer y criar a sus propios hijos en ellas, y estas noticias les estigmatizan. Si hay alguien que considere que la pobreza o la precariedad son cosas tan estupendas como para incluso hacer nacer y criar a sus propios hijos en ellas, está en su legítimo derecho, y es su costumbre y se la tenemos que respetar, como esa persona nos respeta a nosotros nuestras costumbres, y respecto a sus decisiones, elecciones, gustos, preferencias o criterios nosotros no tenemos nada que decir, y mucho menos publicar noticias que le estigmaticen o culpabilicen.

Lamantua

Hostiassss,Carlos Herrera ha vuelto..?