Hace 8 años | Por --523432-- a elconfidencial.com
Publicado hace 8 años por --523432-- a elconfidencial.com

“Siempre he sido comedor compulsivo, pero no me di cuenta hasta que estuve tres semanas encerrado en casa, yendo de la cama a la nevera a atiborrarme: me estaba matando”, confiesa Hugo, el único hombre del grupo. Este informático cercano a la cuarentena lleva más de diez años acudiendo a los encuentros de Comedores Compulsivos Anónimos, después del momento detonador de una conducta autodestructiva que llevaba desde la infancia “De pequeño robaba la merienda a mis compañeros en el recreo. De mayor me comía los táper de mis colegas del trabajo”.

Comentarios

asola33

Yo creo que es una adicción como otra cualquiera. La gente susceptible escoge "su" adicción particular, alcohol, juego, comida, tabaco... El motivo es el mismo, ansiedad y otros.
Creo que puedes superar una adicción y sustituirla por otra.

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#3 Si vas a hacerte una lasaña difícilmente te vas a comer los ingredientes por separado. Y ya no te digo si te vas a hacer unos garbanzos sin remojar . Dentro de la "cultura de los fogones" entra con qué tipo de comida llenas la cocina. Lo más procesado que tiene mi abuela en la despensa es leche condensada, el resto todo directamente de la huerta, del corral o del mar.

No obstante si pasas por el McDonald's es muy fácil pedirte cinco cheeseburguers a un euro. Y en esto juega un papel muy importante lo procesado de los alimentos que ofrecen y su ingente cantidad de azúcares y carbohidratos. Si te pones a "picar" chorizo o tortilla llega un momento en el que ya no puedes más, si haces lo mismo con donuts el límite está en el momento en el que te odies a ti mismo.

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#4 No puedo estar de acuerdo, no importa el nivel de procesamiento de la comida que tengas si tu mismo te vas a poner a procesarla. Siempre podrás ir comiendo lo que va siendo comestible, siempre podrás hacer una tortilla para tus comensales y otra francesa rápida para ti, para ir comiéndote un bocata mientras se fríen los chorizos, por ejemplo. Y el argumento de que los donuts no llenan, pues ya ni te cuento. Rsta gente no se atraca en restaurantes sino que cierra las persianas de su casa y apaga el móvil para comer. Si sigues sin estar convencido que la comida puede causar adicción malsana, vuelve a leer el artículo sustituyendo comida por droga y nevera por camello.

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#5 Lo de los donuts no es un argumento, es un hecho. La ingesta de proteínas y grasas dispara la leptina, hormona de la saciedad, mientras que los carbohidratos no, y los monosacáridos menos.

Y la cantidad de "procesamiento" que le puedes dar a la comida en una cocina es irrelevante en comparación con la que reciben los alimentos industriales. Empezando por la adición de harinas ultrarefinadas que te aumentan la insulina en cuanto tocan el estómago.

Esa tortilla rápida y ese bocata que señalas no son la misma bomba de calorías que un Big Mac en absoluto.

En resumen: si comes comida de toda la vida tienes que empeñarte en abusar de ella. Si comes mierda procesada tienes que controlarte para no comer más. El problema es que hemos dejado que el marketing llegue a la cocina.

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#6 Da igual la hormona o el neurotransmisor que te dispare o se te atonte cuando ya estás en estado de adicción, porque apoyada en el mono físico, ahora esta gente padece además un síndrome de abstinencia psicológico. Puedo conceder que el estado de salud física de un adicto a la comida sea mejor, durante un tiempo, si consume dieta mediterránea, pero su problema sigue siendo el mismo.

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#7 Pero me remito a lo dicho en #4. Es una cuestión de cultura, y por lo tanto de educación.

Para vivir no es necesario inyectarte heroína, pero sí lo es comer. Así que este tipo de comportamientos, pienso yo, derivan de una educación nutricional deficiente que se basa en la incipiente satisfacción inmediata de cualquier antojo reminiscente del hambre.

A mi de pequeño si picaba entre horas me daban zapatilla porque "después no comes", ahora veo muchos padres que le dan el "snack" de media mañana al niño para que estén entretenidos.

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#8 No creo que sea tan simple como dices. Fíjate en la educación que recibimos para prevenir el consumo de drogas, tampoco puedes comprarlas en cualquier supermercado, y sin embargo sigue habiendo adictos. El hecho de hayamos tenido adictos a la comida en todas las épocas da una pista de que esta lacra no está causada por el marketing ni por los super-menús de los drive-in estilo americano. Lo único que podría abrir un hueco a la esperanza es que como sociedad empecemos a identificar esta gente como lo que es, y dejar de denominarlos con expresiones positivas como gourmet, bon vivant, etc., o lo que es peor, reducir su problema a que son unos golosones zampabollos.

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#9 Efectivamente, no estamos tan expuestos a las drogas. Fíjate sin embargo en las tasas de alcoholismo.

El hecho de hayamos tenido adictos a la comida en todas las épocas [citation needed]

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#10 No creo que se necesite una cita para eso, creo que es de obvio dominio público. Como evidencia histórica de su existencia, no se... ¿Te enlazo algo del epicureísmo?

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#11 Nah deja. Mejor te enlazo yo:

http://www.xtec.cat/~jortiz15/d.meneceu.pdf

Pues ni fiestas ni banquetes continuos, ni el goce de muchachos y doncellas, ni de
pescados y cuanto comporta una mesa lujosa engendran una vida placentera, sino un
cálculo sobrio que averigüe las causas de toda elección y rechazo y que destierre las
falsas creencias a partir de las cuales se apodera de las almas la mayor confusión. De
todo esto, el principio y el mayor bien es la prudencia. Por ello, más preciosa incluso
que la filosofía es la prudencia, de la que nacen todas las demás virtudes, enseñándonos
que no es posible vivir placenteramente sin vivir prudente, honesta y justamente, ni
vivir prudente, honesta y justamente, sin vivir placenteramente. Pues las virtudes son
connaturales al vivir feliz, y el vivir feliz es inseparable de éstas.

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Personalmente diría que la culpa de este tipo de problemas la tiene la cultura del "aquí y ahora" en la comida. Si creces rodeado de una cultura "de fogones" donde la comida se cocina y se elabora tranquilamente no puedes caer en este tipo de pulsiones por una simple cuestión práctica.

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#1 Anda que no, pues no es fácil picar metido entre fogones. Bastante más que en cualquier otra situación o habitación de la casa. El problema de esta gente es el mismo que el de cualquier otro adicto: han probado algo que les produce placer, lo consumieron sin tino durante tanto tiempo que a día de hoy su ausencia les causa mono y cada vez necesitan consumir más cantidad para quitarse el síndrome de abstinencia.