La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ourense ha confirmado la condena de nueve años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un delito de continuado de prevaricación para el expresidente de la Diputación de Ourense José Luis Baltar Pumar, pena que le había sido imputa en julio del año pasado por el Juzgado de lo Penal Número 1 de la misma ciudad.
Delito continuado de prevaricación son 9 años de inhabilitación. Se estan riendo de nosotros en nuestra cara y se lo consentimos. No es que salga barato, es que le ha salido gratis!!
¿Como se llamaban esos chismes que tenían mogollón de enchufes? No, las regletas no, lo otro. Porque este es el que daba trabajo por tener carnet del PP...
Ya lo ha dejado todo atado y bien atado antes de jubilarse, por lo que esta condena es una tomadura de pelo; para lo único que vale es para que no quede su nombre "impune", no sea que encima le dediquen una calle (se rumoreó si). Con el hijo en el cargo (favoritismo mediante) y mucho estómago agradecido que ha sacado de nuestros bolsillos como si fuese el suyo, se está riendo pero bien de esto. Cacicada tras cacicada.
Comentarios
En buen momento llega, con una jubilación de oro y la dinastía perpetuada en la diputación.
Delito continuado de prevaricación son 9 años de inhabilitación. Se estan riendo de nosotros en nuestra cara y se lo consentimos. No es que salga barato, es que le ha salido gratis!!
y al hijo cuando lo imputan, pero con carcel, no se rian más del personal.
Que la justicia sea mas justicia y menos española, es decir chanchullera
Qué barato le ha salido. hay que joderse
¿Como se llamaban esos chismes que tenían mogollón de enchufes? No, las regletas no, lo otro. Porque este es el que daba trabajo por tener carnet del PP...
¿ Le inhabilitan cuando ya se ha retirado ? ¿ Y a eso lo llaman justicia ?
Más bien es cachondeo.
uy, que miedo le ha dado al señor "si no eres del pp, jodete..."
Bueno, yo pensaba que le iban a dar un sueldo vitalicia y esas cosas.... upss.
y al hijo cuando lo imputan
Ya lo ha dejado todo atado y bien atado antes de jubilarse, por lo que esta condena es una tomadura de pelo; para lo único que vale es para que no quede su nombre "impune", no sea que encima le dediquen una calle (se rumoreó si). Con el hijo en el cargo (favoritismo mediante) y mucho estómago agradecido que ha sacado de nuestros bolsillos como si fuese el suyo, se está riendo pero bien de esto. Cacicada tras cacicada.