Érase que se era, un lejano, pequeño y bucólico lugar habitado por personas de toda condición: campesinos, labradores, orfebres, comerciantes… En definitiva, gente normal. La confianza, la igualdad y la solidaridad sostenían un sistema útil y provechoso para el pueblo y les otorgaba seguridad a su futuro. Sus habitantes no veían un lugar mejor para ser feliz. Hasta que un día, la niña más querida del pueblo, la pequeña Democracia, hija de doña Constitución y Don Derecho -una pareja severa, pero justa- sufrió una tragedia que lo cambió todo...
Comentarios
El iluminao de turno contando su paja mental en forma de cuento para
imbécilesniños.En fin...
SPAM ---->
sancas
#1 Ni que si no lo fuera se iba a librar de tu negativo
Pero tienes razón.