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Érase que se era, un lejano, pequeño y bucólico lugar habitado por personas de toda condición: campesinos, labradores, orfebres, comerciantes… En definitiva, gente normal. La confianza, la igualdad y la solidaridad sostenían un sistema útil y provechoso para el pueblo y les otorgaba seguridad a su futuro. Sus habitantes no veían un lugar mejor para ser feliz. Hasta que un día, la niña más querida del pueblo, la pequeña Democracia, hija de doña Constitución y Don Derecho -una pareja severa, pero justa- sufrió una tragedia que lo cambió todo...
España no se merece al Partido Popular. La gente normal tampoco. ¿Cómo hemos llegado a tener esta calamidad de plaga bíblica que ahora nos gobierna? Es demasiado castigo divino. La ciudadanía está hastiada con una formación ultramontana que todavía no se entera de qué va esto de la democracia, ni mucho menos de los valores que representa. Sólo en el PP podría caber personajes como El Bigotes, los famosos 68 asesores en el Gobierno sin graduado escolar, o el Pequeño Nicolás. Por eso y mucho más, la reflexión es¿no debería ser un partido ilegal?
El uso torticero de la gramática ha caído en el abuso por las personas públicas de nuestro país. Como buenos trileros del idioma, nos dicen que el empleo “se destruye” (solo), el crecimiento económico “se prevé” (por arte de magia), las elecciones “se pierden” (indirectamente), la gente “se queda” sin casa (sin más), las leyes “se aprueban” (diciendo ‘abracadabra’), y la Justicia “se aplica” (por sí misma) con o sin ecuanimidad. En realidad, sus palabras solo delatan un país huérfano de compromisos adquiridos, y exento de rendición de cuentas.
La inminente consecuencia del atentado de París es la puesta en riesgo del modelo de convivencia que planteó Voltaire basada en la tolerancia. Esto es grave porque está en juego nuestra autonomía de pensar, opinar y hacer. Pero categorizar a los inmigrantes en buenos y malos según su procedencia, raza o cultura, es caer en la tentación de crear dos lindes entre ‘ellos’ y ‘nosotros’. Se empieza criminalizando a un colectivo y se acaba en la Europa de 1933.¿Es que no tuvimos suficiente? Que no se nos olvide que todos somos inmigrant
¿Te imaginas un Congreso de Diputados con 50 escaños desiertos? Obtener la correlación de votar en blanco y su no-representación en nuestras Instituciones no es una mera protesta más, es una reflexión serena y sosegada, para una mejora importante de nuestra democracia. El Voto en Blanco representado hace efectivo un verdadero sufragio universal y convierte los comicios en verdaderos referéndum de aprobación ciudadana, lo que forzará a nuestros representantes a hacer política sin intereses o partidismos, escuchand a la ciudadanía de forma real.
Érase que se era, un lejano, pequeño y bucólico lugar habitado por personas de toda condición: campesinos, labradores, orfebres, comerciantes… En definitiva, gente normal. La confianza, la igualdad y la solidaridad sostenían un sistema útil y provechoso para el pueblo y les otorgaba seguridad a su futuro. Sus habitantes no veían un lugar mejor para ser feliz. Hasta que un día, la niña más querida del pueblo, la pequeña Democracia, hija de doña Constitución y Don Derecho -una pareja severa, pero justa- sufrió una tragedia que lo cambió todo...
España no se merece al Partido Popular. La gente normal tampoco. ¿Cómo hemos llegado a tener esta calamidad de plaga bíblica que ahora nos gobierna? Es demasiado castigo divino. La ciudadanía está hastiada con una formación ultramontana que todavía no se entera de qué va esto de la democracia, ni mucho menos de los valores que representa. Sólo en el PP podría caber personajes como El Bigotes, los famosos 68 asesores en el Gobierno sin graduado escolar, o el Pequeño Nicolás. Por eso y mucho más, la reflexión es¿no debería ser un partido ilegal?
El uso torticero de la gramática ha caído en el abuso por las personas públicas de nuestro país. Como buenos trileros del idioma, nos dicen que el empleo “se destruye” (solo), el crecimiento económico “se prevé” (por arte de magia), las elecciones “se pierden” (indirectamente), la gente “se queda” sin casa (sin más), las leyes “se aprueban” (diciendo ‘abracadabra’), y la Justicia “se aplica” (por sí misma) con o sin ecuanimidad. En realidad, sus palabras solo delatan un país huérfano de compromisos adquiridos, y exento de rendición de cuentas.
La inminente consecuencia del atentado de París es la puesta en riesgo del modelo de convivencia que planteó Voltaire basada en la tolerancia. Esto es grave porque está en juego nuestra autonomía de pensar, opinar y hacer. Pero categorizar a los inmigrantes en buenos y malos según su procedencia, raza o cultura, es caer en la tentación de crear dos lindes entre ‘ellos’ y ‘nosotros’. Se empieza criminalizando a un colectivo y se acaba en la Europa de 1933.¿Es que no tuvimos suficiente? Que no se nos olvide que todos somos inmigrant
¿Te imaginas un Congreso de Diputados con 50 escaños desiertos? Obtener la correlación de votar en blanco y su no-representación en nuestras Instituciones no es una mera protesta más, es una reflexión serena y sosegada, para una mejora importante de nuestra democracia. El Voto en Blanco representado hace efectivo un verdadero sufragio universal y convierte los comicios en verdaderos referéndum de aprobación ciudadana, lo que forzará a nuestros representantes a hacer política sin intereses o partidismos, escuchand a la ciudadanía de forma real.