Gianfranco Formenton, cura en Umbria, región del centro de Italia, predica desde hace mucho contra el racismo y en defensa de los migrantes. Formenton sabe lo que es chocar con Matteo Salvini, el recién nombrado ministro de Interior y líder de la Liga, la formación de extrema derecha. Cosimo Scordato, sacerdote en la iglesia de San Franceso, en Ballarò, un barrio de Palermo y hogar de muchos inmigrantes recién llegados a Sicilia, compara la utilización de Salvini de la imaginería religiosa con la que también hacían los jefes de la mafia.
Comentarios
Pues que hagan un llamado al Papa y lo excomulgue.
Por agitar el avispero: ¿acusar de racismo a todo aquel que se opone a la inmigración ilegal no banaliza el racismo?
#3 Yo creo de que no; banalizarlo sería, por ejemplo, hacer chistes al respecto:
¿Saben aquél que diu que entra un tío a una frutería?
- Por favor, ¿me da un ramo de uva blanca?
+ Oiga, a eso se le llama "racimo".
- Bueno, pues deme también un ramo de uva negra...
¿Hay curas en Italia que no sean católicos? o ¿es que estamos ante un publirreportaje de la caridad de la religión católica?
#2 y como siempre ante un ejercicio de oportunismo .