Publicado hace 9 años por --411117-- a nohaycloacas.wordpress.com

[...] Algo muy bien reflejado y coincidente en el sentir general durante mi etapa en la universidad era la desmotivación apabullante en los profesores, puente bajo el cual encubríamos nuestra propia apatía académica. Puesto que éramos el calco juvenil de los docentes, presagios preparándose a la sazón con lenta y tranquila resignación. Reducir una labor tan vocacional y comprometida como la enseñanza a mero medio de vida redunda en el más absoluto fracaso, porque no se trabaja en beneficio de los alumnos, sino en la propia utilidad retributiva.